Televisión
«Crimen y desaparición en Atlanta»: La luz que no vieron los niños perdidos de Atlanta
Hoy estrena HBO una serie documental de 5 capítulos que retoma la investigación del asesinato de 30 jóvenes a finales de los 70
Cuando en Atlanta, ciudad de Georgia (Estados Unidos), aparecieron dos jóvenes muertos, la noticia apenas acaparó la atención del diario local. Sin embargo, fue cuando los casos aumentaron a diez, veinte y hasta treinta niños afroamericanos muertos cuando la tragedia comenzó a copar titulares no solo locales, sino nacionales. El secuestro y asesinato de al menos 30 jóvenes que tuvo lugar en Atlanta entre 1979 y 1981 fue una de las desgracias más sonadas de la historia de Estados Unidos. Una absoluta masacre que se dio en un escenario repleto de tensión racial y económica y de enfrentamiento político. Sin embargo, a lo largo de los años no han podido –o no han querido– dar respuesta a las múltiples preguntas que surgieron a raíz de aquellas muertes. Si bien el suceso se ha intentado recuperar varias veces en los tribunales, ahora, 40 años después, la alcaldesa de la ciudad, Keisha Lance Bottoms, ha podido reabrir el caso con el fin de resolver unos crímenes acerca de los que todavía no se ha arrojado la luz necesaria. Y, para servir como altavoz de pruebas y como apoyo para alcanzar una necesaria justicia para tantas familias, HBO estrena hoy «Crimen y desaparición en Atlanta: Los niños perdidos». Se trata de una serie documental de 5 partes que ofrece una visión sin precedentes del asesinato de unos niños cuya sentencia de muerte fue dictada por la opresión de sus libertades y la discriminación por su color de piel. Cada lunes, hasta el 4 de mayo, se estrenará un episodio.
La serie está dirigida y producida por Sam Pollard, Maro Chermayeff, Jeff Dupre y Jostula Bennett, y también cuenta con la producción de John Legend, Mike Jackson y Ty Stiklorius. Cuenta la historia de la impactante tragedia desde la desaparición y descubrimiento de dos adolescentes asesinados hasta la acusación y juicio a Wayne Williams, quien fue encarcelado con 23 años y todavía hoy sigue cumpliendo condena. Era un caza talentos local al que se le asociaron más de la mitad de los asesinatos. Tras investigaciones perezosas y lentas de la policía de Atlanta e incluso del FBI, se encontraron pruebas de ADN en los cuerpos de las víctimas que coincidían con la casa, el coche y la mascota Williams. Fue condenado a cadena perpetua en 1982 y nunca ha dejado de defender su inocencia
Chaparrón de preguntas
Todo ello se narra en la serie a través de material de archivo exclusivo, así como de entrevistas a las personas más cercanas tanto a la investigación como a los niños, incluyendo a unas inconsolables madres y a familiares que recuerdan cómo el temor se apoderó de la ciudad en aquellos años. Actualmente, la familia continúa escéptica de la culpabilidad de Williams y, a pesar de las evidencias, solicitan que la investigación se retome. De hecho, pocos días después de la condena a prisión de Williams el caso se cerró provocando grandes protestas en la comunidad de Atlanta. Sin embargo, la Corte Suprema de Georgia negó la petición de más juicios. De esta manera, el proyecto de HBO pretende poner en evidencia la urgencia que hubo por cerrar oficialmente el caso, así como expone el chaparrón continuo de preguntas a las que aún no se ha dado solución. De la mano de declaraciones y pruebas claves, la serie propone a sospechosos alternativos y pistas inexploradas que podrían haberse tocado en la investigación original. De hecho, existieron teorías que se obviaron, como fue la conexión con los crímenes del Ku Klux Klan o de sectas pedófilas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar