Televisión

El emotivo adiós de Pablo Motos a Enrique San Francisco en ‘El Hormiguero’

Entre el presentador y el actor siempre hubo una estrecha amistad. “Enrique me enseñó a estar en un escenario”, confesó Motos

El abrazo entre Pablo Motos y Enrique San Francisco durante una de las visitas del actor y humorista a 'El Hormiguero'.
El abrazo entre Pablo Motos y Enrique San Francisco durante una de las visitas del actor y humorista a 'El Hormiguero'.La RazónAntena 3

‘El Hormiguero’ comenzaba la semana con la visita de uno de los iconos musicales del momento, el artista C. Tangana. Sin embargo, antes de dar paso a ‘El Madrileño’, Pablo Motos quiso rendir homenaje a su amigo Enrique San Francisco, quien falleció ayer a los 65 años por una neumonía bilateral. Al presentador y al humorista siempre les ha unido una profunda amistad, que se ha hecho visible cada vez que Quique acudía al programa de Antena 3 como invitado.

“Enrique me enseñó a estar en un escenario, a sobrevivir en Madrid, a entender a los artistas y también me enseñó hasta qué extremo una persona puede ser libre. Tú puedes ir a trabajar, tener un horario, obedecer a tu jefe... o no. Y a Enrique San Francisco no le daba la gana”, comenzó Motos al inicio del programa. Una de las pruebas de esa “libertad” que destaca el presentador es la multud de anécdotas que narró el actor en cada visita a ‘El Hormiguero’.

La complicidad entre ambos en pantalla era más que evidente, pero Motos quiso señalar que esa conexión iba más allá de los platós de televisión. “Los que estábamos cerca de él nunca nos aburríamos”, dijo el presentador, y contó una de las tantas anécdotas que ha vivido en la intimidad junto al humorista. “Hubo una época en la que quedábamos en su casa para beber cerveza y jugar a la Xbox. Cuando se ponía gracioso, hacía unos chistes infinitamente mejores quelos que le escribíamos para ‘El Club de la Comedia’”.

El presentador también quiso profundizar en su relación con el dinero, que “no era su fuerte”. Uno de los momentos que definen la forma de vivir de Enrique San Francisco fue cuando recibió una indemnización tras sufrir un accidente, Motos le siguirió que con ese dinero pagase las deudas y que el resto lo metiera en el banco, a lo que el actor y humorista le contestó: “Si me pagan hoy 100 millones, mañana me voy a gastar 110″.

Era un gamberro muy querido por su círculo cercano porque “te hacía sentir debilidad por él y por ahí entraba y te robaba el corazón para siempre”. Algunos de sus muchos matices como personaje público podían ser discutibles, pero para Motos era “noble, buena persona, solidario, muy valiente y un héroe”, ya que “delante de él jamás se cometía una injusticia; le daba igual perder el trabajo o meterse en una pelea”.