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Los secretos del «indeseable» Arturo de «La Casa de Papel»

Enrique Arce se mete en la piel de uno de los personajes estrella de la serie española de Netflix de éxito mundial

El personaje de Arturo se atraganta incluso desde la primera temporada de la serie
El personaje de Arturo se atraganta incluso desde la primera temporada de la serieLa RazónLa Razón

Pocos estrenos españoles tienen la dimensión mundial que la creación de Alex Pina, «La Casa de Papel», una serie que comenzó en Antena 3, con buena audiencia y se fue desplomando poco a poco en la segunda temporada. Netflix la compró sin grandes pretensiones y resultó una explosión mundial. Estrenada su frenética quinta temporada, el volumen 1, la del desenlace, después de dejar la cuarta totalmente abierta y a la espera de ver qué ocurre con La Banda después de 100 días encerrada en el Banco de España.

Son muchas las sorpresas que aguardan en este final de fiesta repartido en dos entregas, la que se estrenó el 3 de septiembre y la ultimísima para el 3 de diciembre. Una de las claves sin duda de «La Casa de Papel» es lo bien definidos que están los personajes y cómo se juega con la delgada línea de los buenos y los malos y las traiciones.

Arturo Román se encuentra a priori en la fila de los buenos. El director de la Casa de la Moneda. Desde el primer capítulo de la temporada 1 en la serie, en cambio es, sin duda, uno de los más odiados por representar las más bajas pasiones y los instintos más básicos. Su papel es decisivo a lo largo de toda la serie. También en el desenlace.

Así nos lo cuenta su intérprete Enrique Arce: «Es una manera de trabajar diferente a todos los personajes. Siempre intento construirlos desde la verdad y desde llevar parte de mí al personaje y parte del personaje a mí. En este caso descubrí con Jesús Colmenar en la segunda escena del primer capítulo, y creo que le debo a él gran parte del personaje porque tiró de una cuerda que yo no había visto y entré en un código de tragicomedia, de pantomima, de hacerlo todo como no real. Es decir, nunca me he metido en la piel de Arturo, siempre lo he visto desde fuera».

Un personaje así traspasa la frontera de la pantalla: «En la calle me pesa cero. He tenido suerte porque todo lo que han sido insultos y malas palabras y gente odiosa lo he vivido a través de Instagram, escondiéndose en el anonimato de las redes. En la calle siempre son buenas palabras. Lo único que me pesa es que a veces un personaje se puede comer la carrera de un actor y eso me da miedo. He recibido cosas después que eran Arturo 2 y directamente no lo cojo. Es fácil, has hecho bien un curro, pues que lo haga este. Llega un momento que en la carrera de un actor es más importante las cosas a las que dices que no que a las que dices que sí. Y ahora quiero parar de hacer este tipo de villanos».

Respecto a lo vivido en las redes: «Tengo un post puesto en el que digo: a la derecha Arturo y a la izquierda Enrique. Uno de los dos no existe. Por favor no ponga insultos. Me han mandado amenazas de muerte con mi dirección de Madrid, por suerte eso ha ido pasando a una relación mucho más afable. Es un te odio, pero a la vez te quiero o haces falta».

Netflix ya ha emitido la primera parte de la quinta temporada y en navidad vendrá el súper final. ¿Estará a la altura? «Está hecha con mucho amor, talento, arte, con muchas posibilidades económicas, a pesar de que ha sido un año difícil, porque no podíamos tener contacto con nadie del equipo. Te tenías que ir a comer a tu camerino y no se te podía acercar nadie y todo ha hecho que sea más tristón».

Los fans ya han apoyado la primera parte del final. Aun queda, aunque habrá que esperar.