Estreno

Toñi Moreno: «Este programa me ha reconciliado con el ser humano»

Estrena hoy en Telemadrid «Gente Maravillosa», con una cámara oculta a Bertín Osborne

Toñi Moreno, en una imagen de archivo
Toñi Moreno, en una imagen de archivoAndres Torreadrado/CSMEDIA RTVALa Razón

Toñi Moreno estrena programa. Esta vez en Telemadrid, aunque también se emitirá en Canal Sur. Un formato que se llevó a cabo en la autonómica andaluza con éxito de audiencia y en redes. Ahora vuelve con «Gente Maravillosa» y un primer programa en el que Bertín Osborne es víctima de una cámara oculta.

¿Qué nos vamos a encontrar?

Mira que tengo años... Pues el programa donde he sido más feliz. Se emitía hace tres años en Canal Sur, se llama «Gente Maravillosa» y se nos ocurrió a Lepo, el productor de Sevilla, Alberto del Pozo, el director y a mí. Fue creciendo mucho y tiene en YouTube tres años después de emitirse 350 millones de visualizaciones. Es un programa que es un éxito en redes. Hace un par de años viajé a Venezuela y me reconocieron por este y no por ningún otro de los que he hecho. Así que vuelvo muy ilusionada.

Telemadrid abre las puertas de nuevo.

Sí, se va a emitir también en Canal Sur. Hemos hecho un parón para hacer «Un año de tu vida». Creo que es un formato de televisión pública. Las cámaras ocultas acabaron por verse en los colegios y nos escribían los maestros, porque les venían muy bien al inyectar valores.

¿En qué consiste?

Reproducimos por la Comunidad de Madrid situaciones que han sido noticia, casos reales de injusticias. Por ejemplo, para el primer programa una escena de maltrato, de violencia de género, hay otra situación de discriminación por ser ciego, ya que lo echan por ser invidente y estar con un perro dentro de un bar. Cada día hacemos una cámara oculta a un famoso, en este caso comenzamos con Bertín Osborne.

¿A qué le enfrentáis?

Con el acoso laboral sexual. Un señor le dice a una cuidadora que para que siga trabajando y le dé los papeles tiene que acceder a favores sexuales. Todas las cámaras están basadas en hechos reales, en testimonios de personas que lo han vivido y están visionadas por profesionales. Para hacer los guiones nos asesoramos con entidades profesionales, por ejemplo, la de la persona invidente, hemos acudido a la ONCE. En muchos casos el protagonista es una persona que ha sido víctima en otro momento de su vida. Ocurre en el caso de los malos tratos. Ella lo vivió y ha querido hacer el esfuerzo y darle visibilidad.

¿Qué esperáis encontrar?

A la persona que tiene una reacción maravillosa salimos y se lo decimos y luego en plató le devolvemos esa maravilla con una sorpresa, algo que le haga ilusión. Consiste en poner en valor lo bueno del ser humano. Nosotros tenemos una frase que es que los buenos son muchos más que los malos, pero los malos hacen más ruido. Vamos a intentar que los buenos se vean más.

¿Cuál ha sido su experiencia anterior?

He alucinado con la reacción de la gente. Cuando empezaba pensaba, veremos a ver para encontrar gente que se implique y salte ante las injusticias y no es verdad. No suele pasar nada de tiempo hasta que alguien reacciona. Me ha hecho volver a creer en el ser humano y reconciliarme con él. Hemos grabado hace días un programa de malos tratos en Getafe y me impresionó cómo una chica de 30 años se metió en medio. Yo no sé si lo hubiera hecho. La gente es solidaria y se implica. La realidad ha acabado con esa idea mía de vamos a estar toda la mañana en el bar hasta que alguien salte en defensa. No es así. La gente es mucho mejor de lo que imaginaba.

¿Qué es lo más duro de la televisión?

Duro no hay nada porque mi padre trabajó toda la vida en el campo y veía cómo lloviese o hiciese calor él venía con las manos reventadas y mi madre tenía tres trabajos para salir adelante. Claro que a veces me quejo de la inestabilidad, porque eres lo último que has hecho. El que es cirujano es bueno o malo, pero no depende de lo último que haya hecho. Aquí si te equivocas en el último trabajo es lo que eres. Mi madre cuando me quejo me dice, «pues haber sido médico» Y tiene toda la razón.