Estreno
Los viajes en el tiempo también producen «jet lag»
HBO Max acaba de estrenar el primero de los seis capítulos que componen la adaptación de «La mujer del viajero en el tiempo»
A pesar de su título, la nueva adaptación de HBO de la novela de Audrey Niffenger trata más de la historia del marido que de su cónyuge. «La mujer del viajero en el tiempo» relata el paradójico «día a día» de un matrimonio que vive en una especia de película de Cristopher Nolan constante. Ambos son víctimas de los flashback y saltos temporales en la vida real, lo que hace que sus vidas no se puedan encorsetar a los cánones o normas habituales. Desde el primer capítulo, al cual se irán sumando los cinco restantes cada semana, la serie de Steven Moffat (creador de «Sherlock» y «Doctor Who») comienza de forma trepidante sin apenas tiempo para introducir o explicar la problemática del protagonista. Henry, interpretado por Theo James, tiene la condición (que no superpoder) de viajar en el tiempo, aunque esto suponga aparecer desnudo en el lugar más insospechado. Por si fuera poco, su particular «jet lag» le produce nauseas justo después de teletransportarse involuntariamente.
Con esta compleja problemática, enamorarse es una odisea y cada cita es más surrealista que la anterior. La trama amorosa de esta serie entre Clare (Rose Leslie) y Henry recuerda en ocasiones a la película «50 primeras citas», donde Adam Sandler tiene que enamorar cada día a un curioso personaje que carece de memoria a corto plazo. Esto sumado a los constantes saltos temporales que componen el guion, acaba generando una estructura narrativa tan demencial como las de las ya icónicas «Memento» u «Origen».
HBO, se ha hecho con esta original adaptación que bien podría formar parte de cualquier otra plataforma, aunque no se trate de una serie de superhéroes como tal. Además, la música genera una atmósfera mágica y de fantasía, casi onírica.
En definitiva, esta novela de ciencia ficción es una reflexión sobre el rendimiento que extraemos del presente y el volumen de tiempo que invertimos en el pasado y en el futuro, las dos dimensiones temporales que atravesará Henry, con sus distintas identidades. El actor Theo James, famoso por su interpretación en la saga «Divergente» cumple el gran desafío de interpretar simultáneamente al mismo personaje pero en distintas etapas de su vida, el mismo papel pero con matices únicos e identificativos. Porque a diferencia de otras tramas sobre los viajes en el tiempo, esta serie no aprovecha esta capacidad para remontarse o avanzar a distintas épocas históricas, sino que en sus viajes solo transcurren un par de décadas como máximo.
Pero lejos de ser una trama de ciencia ficción al uso, esta producción funciona como una especie de docuserie ficticia, en el que los dos miembros de este peculiar matrimonio fingen ser entrevistados para contar su genuina historia de amor.
Como en la serie de Disney «WandaVision», en esta tampoco faltan brillantes puntos cómicos que hacen más asequible la compleja estructura narrativa. Así, esta original comedia romántica también recuerda al infravalorado largometraje «Una Cuestión de Tiempo», aunque en aquel caso el protagonista puede controlar más caprichosamente la dimensión temporal.
El primer capítulo dejará muchas incógnitas y detalles por explicar, que harán de la trama una experiencia adictiva. Además, más allá del personaje de Henry, irán apareciendo tramas secundarias en torno a Clare, quien tiene mucho que decir en esta historia. De hecho, en ocasiones ella sabe todavía más de Henry que el propio Henry sobre sí mismo. El futuro le aterroriza y el pasado a veces prefiere olvidarlo.
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