Televisión

Egipto aprueba la ejecución del juez que mató a su esposa, la presentadora de televisión Shaimaa Gamal

Tenía un cómplice que le ayudó a golpearla, estrangularla y enterrarla con ácido

La presentadora Shaimaa Gamal
La presentadora Shaimaa GamalLa RazónLTC

El Gran Mufti de Egipto, el jefe de muftis regionales, jurisconsultos islámicos, de un estado, aprobó la ejecución del juez Ayman Haggag y un cómplice que fueron condenados por asesinar a la esposa de Haggag, una conocida presentadora de televisión, según informó el domingo el periódico estatal al-Ahram.

Está previsto que Haggag y el empresario Hussein al-Gharabli sean ejecutados en la horca después de que la máxima autoridad religiosa del país aprobara una sentencia judicial dictada en agosto. La pareja fue condenada por asesinar a la esposa de Haggag, Shaimaa Gamal, en junio, presentadora de un programa en LTC TV de Giza.

Su cuerpo fue encontrado en una villa después de recibir un aviso de al-Gharabli, quien había confesado su papel en el crimen. Haggag había denunciado la desaparición de su esposa tres semanas antes. En realidad, el juez había atraído a su esposa a la villa remota donde ya había cavado su tumba, según un comunicado de la fiscalía.

Luego la golpeó en la cabeza y la estranguló hasta la muerte, con la ayuda de al-Gharabli. Colocaron su cuerpo en la tumba y vertieron material corrosivo sobre él para hacerlo irreconocible para los expertos forenses. Los fiscales dicen que Gamal había chantajeado a su esposo, dándole motivos para planear su asesinato.

Haggag afirmó que había matado a su esposa en defensa propia después de que ella supuestamente lo atacara con un cuchillo. Sin embargo, los fiscales señalaron que no se encontró ningún cuchillo en la escena del crimen y que Haggag no mencionó la defensa propia en su confesión.

También señalaron que la confesión de al-Gharabli no corroboró la afirmación de defensa propia de Haggag. La sentencia de la pareja puede ser apelada en el tribunal de casación de Egipto dentro de los 60 días. El asesinato fue uno de los últimos de una serie de asesinatos de mujeres de alto perfil en Egipto, como el del 19 de junio: Nayera Ashraf fue asesinada a puñaladas en Mansoura, al norte de El Cairo, por un hombre cuyas insinuaciones ella había rechazado. En agosto, una estudiante llamada Salma Bahjat fue asesinada a puñaladas por un hombre después de que ella terminara su relación.