Papa Francisco
Antonio Pelayo analiza el funeral del Papa Francisco en 'Espejo Público': "El Vaticano perderá antes la fe..."
El diplomático y periodista español valoró la forma en la que la Santa Sede estaba afrontando la transición tras el fallecimiento del pontífice el pasado lunes
Durante su mandato al frente de la Iglesia Católica, el Papa Francisco manifestó en repetidas ocasiones su deseo de establecer la austeridad como nuevo estandarte de la Santa Sede. Ya se podía apreciar durante su funeral; ni el catafalco ni el báculo papal hicieron acto de presencia en la ceremonia. El simbolismo detrás del cumplimiento de los deseos del difunto Jorge Mario Bergoglio van más allá de lo visible, y Antonio Pelayo ha sido un privilegiado testigo de ello.
El reconocido diplomático y periodista español intervenía esta mañana desde Ciudad del Vaticano en 'Espejo Público' para analizar todo lo que se esconde detrás del que ha sido uno de los ritos funerarios eclesiásticos más austeros de los últimos tiempos.
La hoja de ruta de la Santa Sede, al descubierto
Nada más conectar con Pelayo, Susanna Griso quiso preguntarle al periodista acerca de los preparativos que la Iglesia está puliendo en esa transición entre el fallecimiento de Francisco y la elección de su sucesor. El corresponsal se limitaba a recitar una frase de uno de sus grandes mentores, el escritor Luis Martín Descalzo: "El Vaticano perderá antes la fe que el buen gusto".
El rigor y la meticulosidad que vienen a representar esta frase son precisamente los valores con los que la Iglesia lleva procediendo desde el pasado lunes. Además, como Antonio Pelayo recalcaba, hay una intención especial detrás de un rito como un funeral de este tipo. "Aunque sea una ceremonia austera, como la quería el papa Francisco, no deja de ser una ceremonia solemne; realmente con un empaque emocional fuerte", desvelaba a Griso y compañía.
A su vez, Pelayo explicaba que la Iglesia quería que "se llore a quien ha sido durante doce años su pastor, su padre, el hombre entregado a transmitir el evangelio". Como el periodista señalaba, mediante la presentación del funeral se quiso hacer llegar la gran lección de Francisco: rememorar "la misericordia de Dios a todos y abrir los brazos del perdón".