Papa Francisco
Así es Santa María la Mayor, la Iglesia donde se enterrará al Papa
Ubicada en el monte Esquilino, es una de las basílicas más antiguas y veneradas de Roma
El pasado lunes 21 de abril, el Papa Francisco falleció en la residencia de la Casa de Santa Marta a las 7:30 de la mañana. Tras su muerte, se activó el protocolo de Sede Vacante, que dará paso a la elección de su sucesor mediante un Cónclave, previsto entre 15 y 20 días después. Mientras tanto, se llevan a cabo los preparativos para su funeral y entierro. En una decisión poco habitual, Jorge Mario Bergoglio eligió ser sepultado en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, un templo al que estuvo profundamente vinculado a lo largo de su pontificado.
Un Templo Milenario con una Historia Milagrosa
Ubicada en el monte Esquilino, Santa María la Mayor es una de las basílicas más antiguas y veneradas de Roma. Con más de dieciséis siglos de historia, su origen está envuelto en una leyenda: en el siglo IV, la Virgen María se habría aparecido en sueños al patricio Juan y al Papa Liberio, indicando la construcción de una iglesia en un lugar que sería señalado milagrosamente. La tradición cuenta que, en pleno verano, una capa de nieve cubrió el monte, marcando el sitio donde se levantaría el templo. Este episodio, conocido como el Milagro de la Nieve, se conmemora cada 5 de agosto con una simbólica lluvia de pétalos blancos en su interior.
Una Fusión de Estilos Arquitectónicos
Santa María la Mayor es la única basílica de Roma que conserva su estructura paleocristiana original desde su fundación en el siglo V, aunque con el paso de los siglos ha incorporado elementos renacentistas y barrocos. Entre sus transformaciones más destacadas se encuentra la renovación de la fachada en el sigloXVIII, donde sobresale la Logia de las Bendiciones, decorada con estatuas de santos, papas y mosaicos que narran la historia del templo. Además, su campanario de ladrillo, con 75 metros de altura, es el más alto de Roma.
Un Viaje en el Tiempo Dentro de la Basílica
El interior de la basílica transporta al visitante a un viaje a través del tiempo. Los mosaicos bizantinos del ábside y de la nave central, elaborados con oro procedente de América, llenan el espacio de un resplandor dorado. En el centro de esta atmósfera se encuentra la venerada imagen de la Salus Populi Romani, protectora del pueblo romano, ante la cual el Papa Francisco rezó en numerosas ocasiones y junto a la que descansará.
Un Tesoro de Arte y Espiritualidad
El templo también conserva suelos de mármol de época medieval, columnas jónicas rescatadas de antiguos edificios paganos y un impresionante artesonado renacentista. Destacan capillas de gran valor histórico y artístico, como la Capilla Paulina, que alberga el tabernáculo-relicario de la Virgen, la Capilla Sixtina inspirada en la gruta de la Natividad, y la Capilla del Crucifijo, revestida enteramente en mármol, además de las capillas de los Sforza, Cesi y San Miguel.
El Belén Escultórico de Arnolfo di Cambio
Uno de los mayores tesoros de Santa María la Mayor es el Belén encargado a Arnolfo di Cambio a finales del siglo XIII por el Papa Nicolás IV. Esta representación escultórica del nacimiento de Jesús es considerada la más antigua conocida y es una pieza de incalculable valor histórico y artístico.
Un Lugar de Descanso para el Papa Francisco
Así, Santa María la Mayor no solo acogerá el descanso eterno del Papa Francisco, sino que también será testigo de una nueva página en la historia de la Iglesia Católica, en un escenario cargado de fe, tradición y arte milenario.