Entrevista

Pilar Rubio: «Tengo mi criterio y porque alguien tenga traje y corbata no sabe más que yo»

Acaba de estrenar en Telemadrid el concurso «El Mejor», un programa de humor

"El Mejor", nuevo programa de Pilar Rubio
"El Mejor", nuevo programa de Pilar RubioTelemadrid

Puede que a los más jóvenes Pilar Rubio sólo les suena de «El Hormiguero», «El Desafío» o de que Sergio Ramos se haya casado con ella, pero la presentadora cumple este 2023, nada menos que 25 años de profesión desde aquel «Lo que necesitas es amor» (1998) y su carrera sigue en la cresta de la ola. Ahora es la presentadora del nuevo formato de Telemadrid para la noche de los miércoles, «El Mejor».

Pilar Rubio siempre está buscando talento...

Es verdad, a lo mejor es porque lo he vivido también en mis carnes: intentar siempre ponerte al límite para descubrirte y llegar a facetas a las que no habías pensado que podías llegar. Me gusta mucho incentivar a la gente y, sobre todo, ayudarles a que encuentren la mejor versión de ellos mismos. Eso al final te da seguridad, te hace disfrutar la vida de otra manera y es bonito. Todo lo que sean programas en los que los valores que mostremos sean unos valores éticos, que aporten y que hagan que nos desarrollemos de una manera personal, pues mucho mejor. Me apunto a todo lo que sea tele constructiva, familiar y blanquita.

¿Se atreve con cualquier formato?

Realmente son en los que yo me siento a gusto, y después de 25 años trabajando en televisión (hago ya las bodas de plata).La verdad es que he elegido los programas en los que quería participar. No me he sentido obligada a hacer nada que no quisiera. Y sí, he intentado ir por ese tipo de programas porque necesito sentirme a gusto cuando llego a casa y me duermo. O cuando hemos hecho una cosa bonita de entretenimiento que va a aportar mucho, eso me hace sentirme feliz. El resto, pues no lo practico.

En «El Mejor» se han juntado Telemadrid y el humor.

¿Un concurso en el que tienes que buscar el mejor humorista de la Comunidad de Madrid? O sea: voy a estar todo el día riéndome; perdona, es un sueño. Es un programa super divertido y que se hace muy ameno porque tiene mucho ritmo, es muy dinámico. Cuando me dijeron quién era el jurado... Son maravillosos. No los conocía a ninguno en persona; no había trabajado con ellos: son súper generosos y súper cariñosos; nos hemos arropado mucho. Hemos querido cuidar esto, que es como nuestro bebé.

Profesionalmente, ¿algún programa pendiente?

No sé. Estoy tan contenta con todo lo que hago, porque es tan variado:el programa que presento en Rakuten TV, que es en inglés y que se ve en toda Europa; este de humor, «El Hormiguero», «El Desafío»... Son muy variados, por eso no echo de menos nada, pero siempre he dicho me encantaría presentar un programa de rock, de heavy metal, como «Headbangers Ball» en la MTV en los años 90. Pero eso no tiene cabida.

Es difícil...

Estoy super contenta con todo, porque creo que estoy en los mejores formatos de televisión que hay ahora. Me siento muy orgullosa de que cuenten conmigo, y tener un jefe como Pablo Motos, como Jorge Salvador, Joan Carles Pallarés...

¿Qué tipo de humor le gusta y cuál rechaza?

No me gusta el que suelo llamar el humor faltón. O sea, que para hacer humor tienes que insultar. Me gusta el humor absurdo, tipo los chanantes, tipo Faemino y Cansado, Pedro Reyes en su época...

O los chistes de los niños.

Con mis hijos me parto, porque no tienen gracia, pero a ellos les parece lo más.

Ha pasado de ver sufrir a la gente en «El Desafío» a hacerles reír...

El problema es que cuando estoy trabajando en un programa, me meto como si fuera una película, como que lo estoy viviendo también. Entonces, cuando hacen algún desafío en el que sufren, joder, sufro yo, porque sé lo que cuesta eso: la noche que se han quedado sin dormir, la intranquilidad... Eso me hace llevarme muchas veces el trabajo o la experiencia a casa, y lo paso mal. Pero en «El Mejor» también; pero distinto. Aquí también he sufrido, porque al final es un concurso y tienes que eliminar gente. Les coges cariño y se esfuerzan un montón y van con esa ilusión de querer ser los mejores cómicos, trabajar de cómico. Y hay veces que todavía les falta un poquito más para poder sacar su potencial y les tienes que despedir.

¿Alguna espinita clavada en estos 25 años de profesión?

No, creo que todo ha estado en su momento perfecto. Ha pasado porque tenía que pasar y me ha hecho aprender en cada momento. Realmente ahora estoy en un momento, no sé si por los 45 años que tengo, y he echo la vista atrás y lo veo todo con cierta madurez; todo me ha servido. Me ha servido para saber decir que no. Me ha servido para tener mi criterio y para no pensar que porque alguien tenga un traje y una corbata sabe más que yo. Hay que estar ahí, en el barro y en un plató de televisión para saber lo que es, más que en una oficina o en un despacho. Poco a poco, todas esas experiencias que he tenido me han servido para ir cribando.

No terminó Ciencias Empresariales, ¿habría cambiado mucho su vida?

Me hubiera gustado terminarlo porque disfrutaba mucho, pero ahora, con cuatro hijos, te aseguro que no tengo tiempo. He tenido que quitar muchas cosas de mi vida. Tema ocio ya no lo tengo; mis aficiones. Antes bailaba country y me gustaba hacer mis clases de muchas cosas. Evidentemente, todo el tiempo que tengo libre es para mis hijos y el que no, pues trabajo. La carrera de Ciencias Económicas te da una visión del mundo muy práctica y es muy útil. Realmente, yo quería hacer Matemáticas, me gustaban las Ciencias Exactas, pero mi padre me dijo «¿dónde vas con eso? No sirve para nada». Pero bueno, no me arrepiento; en la vida siempre tienes que sacrificar algo. Y en este caso, pues he tenido que sacrificar la carrera, cuando ya no podía estudiar más porque tenía tanto trabajo que no me daba tiempo. Todo saldrá, ya lo haré y será por gusto.