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Entrevista a Paco Ureña: «Me quedo antes con los ‘No hay billetes’ que con los trofeos»

El flamante triunfador de San Isidro, que abría la Puerta Grande de Las Ventas con una costilla rota el pasado sábado, explica a LA RAZÓN su ausencia en Pamplona

Paco Ureña / Foto: Luis Díaz
Paco Ureña / Foto: Luis Díazlarazon

El flamante triunfador de San Isidro, que abría la Puerta Grande de Las Ventas con una costilla rota el pasado sábado, explica a LA RAZÓN su ausencia en Pamplona

A la tercera ha ido la vencida, pero a la tercera de este año, porque Paco Ureña lleva una vida persiguiendo una obsesión a la que se ha entregado en cuerpo y alma. En sus tres tardes de este San Isidro ha acumulado cuatro orejas, dos en la Corrida de la Cultura, que terminaban de redondear una gran Feria y le permitían salir a hombros de Las Ventas por primera vez. Pero a pesar de que como él, siete toreros más (4 matadores y 3 jinetes) hayan logrado esta hazaña este año, esto no ha hecho que su logro pierda valor, de hecho, ha sido reconocido por Plaza 1 (Empresa gestora de Las Ventas) como triunfador de este San Isidro. Los números y la regularidad le avalan como tal.

Esa penúltima tarde de San Isidro y la última en la que comparecería Ureña en dicho ciclo, acabaría reflejando la esencia de este torero: pura superación. Solo él tiene la fórmula para abrir la Puerta Grande de la Monumental con una costilla rota: «Mientras pueda mantenerme en pie no voy a defraudar a mi profesión. Es una lesión dolorosa pero de escasa gravedad y breve recuperación. Afortunadamente la costilla estalló hacia atrás y se pudo descartar desde el principio un posible neumotorax. Además, no me impedirá cumplir con mis próximos compromisos». Tan solo cuatro toros separaron el percance de la gloria. El murciano era volteado violentamente por el segundo toro y cortaba las dos orejas al sexto, tras correrse turno. Excelso al natural.

Lo que parecía una reaparición en Madrid por todo lo alto, tras perderse la Feria de Otoño por la terrible cornada de Albacete, por la que perdería un ojo, ha acabado por consolidar a uno de las favoritos de la afición madrileña, un ‘torero de Madrid’. «Con el tiempo he aprendido a no ponerme expectativas ni barreras, pero lógicamente el resultado es difícil de mejorar, después de un invierno tan duro. Pero más que con el resultado de los trofeos (consiguiendo 1 de cada 3 orejas posibles), me quedo con la expectación que he ayudado a generar, con los ‘No hay billetes’. En dos de mis tres tardes se agotaron las entradas y en una sólo quedaron por venderse unas 400», recuerda el matador de Lorca, que además estuvo en los carteles más rematados del serial con figuras como El Juli y Roca Rey.

A pesar de este brillante resultado el murciano parece no haber convencido a la Casa de Misericordia de Pamplona, ciudad en la que no está anunciado en la próxima Feria del Toro: «Me duele mucho no estar en Sanfermines y que en sitios donde he conseguido cosas importantes no me ofrezcan lo que merece un torero en mi situación actual». El año pasado Ureña era cogido al entrar a matar en Sanfermines y esperó sangrando en el ruedo hasta que cayó el toro y recibió la oreja que le concedió el público pamplonica.

En plena euforia por el triunfo del pasado sábado en Madrid, Ureña, que ha pasado por numerosos percances, quiso acordarse de quien permanecía esos días en el hospital, el miembro de su cuadrilla Víctor Hugo Saugar «Pirri»: «Me moría de ganas por celebrarlo con él, sin Pirri me faltaba algo, el triunfo también era suyo. Por eso decidimos toda la cuadrilla y yo ir a compartirlo con él nada más acabar el festejo. Fue muy emocionante». El banderillero resultaba herido grave mientras actuaba al servicio del torero Diego Urdiales en la Corrida de Beneficencia del miércoles pasado.

Paco Ureña, triunfador del ciclo «isidril» comparte el positivo balance que todos hacen de la reciente Feria asegurando que ha sido uno de las más bonitas en los que ha participado, tanto en aportaciones artísticas como a nivel de expectación.