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Cornada de Javier Cortés: «La cosa no pinta nada bien»

El diestro está siendo intervenido en el Hospital Gregorio Marañón

Javier Cortés fue conducido a la enfermería (Foto: Cristina Bejarano)
Javier Cortés fue conducido a la enfermería (Foto: Cristina Bejarano)larazon

El diestro ha sido trasladado al Hospital Gregorio Marañón

El torero Javier Cortés, que ha resultado herido por el tercer toro de la corrida concurso de ganaderías que se celebra este domingo en Las Ventas, ha sido asistido en la enfermería de la plaza de una «herida en región maxilar derecha y grave contusión en el globo ocular, de pronóstico grave». Una vez realizada la primera exploración a cargo del doctor Máximo García Leirado, el torero ha sido trasladado al hospital Gregorio Marañón para ser evaluado por el servicio de oftalmología de este centro sanitario de la capital de España.

Según declaraciones a Efe de responsable de comunicación del torero, Cortés acaba de entrar en el quirófano. Los ánimos en el entorno del joven madrileño no son optimistas a estas horas de la noche, la cornada ha sido fuerte y le ha alcanzado de lleno el ojo derecho, con una importante lesión del globo ocular, algo que ha resumido el apoderado del torero con un escueto «la cosa no pinta nada bien», aunque quede todavía un halo de esperanza a la espera del resultado de la intervención quirúrgica. En función de la hora en la que finalice la operación, que se prevé larga y podría durar hasta bien entrada la madrugada, el equipo de comunicación de Cortés emitirá un comunicado con el resultado, que podrían dar, incluso, mañana por la mañana.

El percance de Javier Cortés sobrevino en la faena de muleta al tercer toro de la corrida de hoy en Las Ventas, de la ganadería del Marqués de Albaserrada, un animal que ya había desarrollado muchas complicaciones durante toda su lidia. Y fue en un pase de pecho cuando el animal se frenó y tiró un derrote seco que alcanzó de lleno la cara del joven torero madrileño, que llegó a recuperar la vertical, con el rostro totalmente ensangrentado, aunque rápido caería desmayado justo después de echarse la mano a la zona herida.