Feria de Abril
Joselito Adame corta la primera oreja de la Feria de Abril
Plaza de Toros de Sevilla. Miércoles 15 de abril. Primera de feria y tercera de abono. Toros de Cayetano Muñoz, bien presentados, les faltó raza y por juego mejor el cuarto, más complicado segundo y quinto.
Oliva Soto, de celeste y azabache, estocada y tres descabellos (silencio); y estocada y descabello (oreja).
Joselito Adame, de azul oscuro y oro, media estocada, dos pinchazos y estocada (silencio); y pinchazo y media estocada (silencio).
Esaú Fernández, de azul marino y oro, estocada casi entera (ovación y saludos); y estocada (silencio).
Un tercio de entrada. Saludan José Manuel Fdez. «Alcareño» y David Saugar «Pirri» (quinto), Curro Robles y José María Tejero (sexto).
La Maestranza abrió con una corrida de toros de Cayetano Muñoz su importante cita con el toreo en esta nueva edición de la Feria de Abril. Y lo hizo en un día lluvioso; comenzó a llover poco antes de las dos de la tarde y no paró hasta terminar la lidia del primer astado, por lo que fue una apertura desapacible en lo climatológico, aunque con momentos de indudable belleza el desarrollo de esta apertura.
La primera oreja de la tarde y de la Feria fue a las manos de Joselito Adame. Estuvo muy decidido el diestro mexicano, ya en la faena que dejó ante el toro que abrió el festejo, que fue un animal con mucha nobleza aunque muy bajo en raza y en fuerza. El esfuerzo del diestro no pudo tener recompensa en los tendidos, al faltarle mayor relieve a su bien planteada faena. Tuvo más movilidad el cuarto toro, con el que cumplió con el capote y al que instrumentó una faena de menos a más. Le costó templarse al principio sobre la mano derecha, pero se acopló mucho y bien en el toreo al natural. Series con la zurda llevadas con suavidad y temple, mientras el animal metía cada vez mejor la cara. Una tanda de naturales a pies juntos le abrió la puerta definitiva al triunfo. Era la tercera oreja del diestro azteca en esta plaza y primera en esta feria.
Oliva Soto manejó con soltura y gusto el capote ante el primer toro de su lote, llevando las primeras emociones a los tendidos. Bien con las banderillas Fernando Pereira y un brindis emotivo al cielo, a su abuelo, a «Alfonsillo de Camas», fallecido el día anterior y que recibió sepultura en la mañana de este mismo día de corrida. Fueron los momentos más emotivos de su labor. Estuvo muy decidido ante un animal que se revolvió pronto y buscaba, le costó mucho rematar las embestidas y el diestro puso lo único que allí había, planteamiento de faena y defenderse con decoro.
Esaú Fernández llegó tan dispuesto a esta su única cita maestrante que se fue a portagayola. El toro salió distraído al hilo de tablas. No se inmutó el diestro sevillano, que se cobró su intentona con un farol de rodillas en el centro del ruedo. Pocas opciones le dio este astado, que se fue parando muy pronto. No obstante, ofreció el diestro a la parroquia sevillana buenos momentos, con oficios, sobre todo al llevarlo sobre la mano izquierda. Tiró con suavidad y buen son sobre la derecha y de esta manera justificó de sobra su presencia en esta tarde.
Oliva Soto demostró dos cosas ante el irregular quinto astado, que tiene una chispa especial en su concepción del toreo y que es valiente. Se llevó dos tremendas volteretas que anularon sus intentos de mayor lucimiento.
El sexto toro se fue apagando muy pronto, posiblemente por empeñarse en clavar los pitones en el albero, que lo hizo en tres ocasiones. Momentos de brillantez en el toreo del sevillano que luchó con este handicap.
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