Madrid

Leonardo, la Puerta Grande; Lea, el futuro

Octava Puerta Grande del pacense, oreja en ambos pese a pinchar dos veces al quinto, y esperanzadora confirmación de la amazona gala

El rejoneador Leonardo Hernández a su salida a hombros de la monumental de Las Ventas la penúltima de la Feria de San Isidro
El rejoneador Leonardo Hernández a su salida a hombros de la monumental de Las Ventas la penúltima de la Feria de San Isidrolarazon

Octava Puerta Grande del pacense, oreja en ambos pese a pinchar dos veces al quinto, y esperanzadora confirmación de la amazona gala

- Las Ventas (Madrid). Penúltima de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros, reglamentariamente despuntados para rejones, de Fermín Bohórquez, de correcta presentación. El 1º, buen toro, con nobleza y alegre embestida; el 2º, manejable; el 3º, parado; el 4º, descastado; el 5º, noble y con codicia; y el 6º, manso y muy aquerenciado. Lleno de "No hay billetes".

- Pablo Hermoso de Mendoza, medio rejón, dos pinchazos, medio rejón más, rejón entero, pie a tierra, dos descabellos (silencio); dos pinchazos, rejón caído (saludos).

- Leonardo Hernández, rejón caído (oreja); dos pinchazos, rejón trasero (oreja).

- Lea Vicens, que confirmó alternativa, medio rejón muy trasero y caído (vuelta al ruedo); rejón trasero (oreja).

Tras la tempestad, la calma. Si Leonardo asoló Madrid hace 15 días, ayer, la versión 2.0 tuvo arrebato, pero menos. Oreja en ambos para lograr su octava Puerta Grande, más barata que la anterior, sobre todo por el doble fallo con el acero antes de despachar al quinto. Qué pensaría Ventura desde casa recordando su primera tarde en esta isidrada que hoy se apaga. Leonardo puso todo lo que faltó al parado tercero. Lo llevó cosido al estribo con "Amatista", ceñidísimo en los cambios de pista, antes de un volcánico carrusel de cortas al violín sobre "Xarope", que fue de nuevo protagonista en el buen quinto junto con el albino "Olé". Sensacional ofreciendo el pecho, muy torero. Ligazón. El único pero, la suerte suprema.

Muchas miradas puestas en el gran día de Lea Vicens y la amazona gala rozó la gloria. Arrancó la oreja del manso de libro sexto en una faena de entrega incondicional. "Gacela"y "Deseado", notables con un toro muy aquerenciado y en el que de verdad había que corroborar las condiciones que permitió lucir el idílico primero. Emotividad a raudales. Rozó la otra oreja Lea con el de su presentación en Madrid. Años de larga espera hasta pisar La Meca del toreo. "Jaecero", ideal para la ansiada ceremonia. Travesía soñada con un burel que tuvo franca y alegre embestida. Se lo dejó crudito, un solo rejón de castigo, lo que le permitió lucirse en banderillas, en especial, sobre "Bético". Llegó con facilidad al tendido, pero desigual en los embroques. Enterró medio rejón trasero y se le pidió con fuerza el trofeo, pero todo quedó en vuelta al ruedo.

Más allá de los trofeos, la tarde de Hermoso de Mendoza fue de figura del rejoneo. En maestro. Pureza y elegancia sin un solo alarde. Modelo para toda una generación. Lástima los aceros, ese talón de Aquiles tantas tardes en Madrid, porque pudo pasear un trofeo en cada toro. En el segundo, manejable pero sin empuje, templó de costado sobre "Berlín"y dejó un soberbio par de cortas a dos manos con "Pirata". Con el descastado cuarto, tiró de "Disparate"para encelarlo con la hermosina. Esfuerzo importante, rejón romo.