Morante y Talavante, oreja por coleta en Latacunga

Los diestros españoles Morante de la Puebla y Alejandro Talavante firmaron tablas en el mano a mano celebrado ayer en Latacunga (Ecuador) al cortar cada uno de ellos una oreja, ambas logradas en los toros de regalo.

Morante dejó destellos de su clase capote en mano en el lote titular. Tanto primero como tercero probaron las suaves muñecas del sevillano. La muleta fue otra historia. El primero, se vino abajo; el tercero, a pesar de su limitada fuerza permitió algo más a Morante. Brindó al respetable su muerte y comenzó la faena sentado en una silla. Antes de entrar a matar, consciente de no haber cerrado el círculo en ninguno de sus dos bureles, el diestro ya había pedido el sobrero.

Con éste, de Huagrahuasi, levantó al público de sus asientos. Realizó una clase magistral de remates con la muleta, toreo de firma escrita a pluma por Morante de la Puebla. Los sombreros cayeron al ruedo y las voces se dirigieron al presidente para pedir el indulto del toro. Entró a matar y falló. No obstante, le dieron una oreja que no paseó. El que sí lo hizo fue el astado, premiado con la vuelta al ruedo.

Alejandro Talavante no corrió mejor suerte en sus dos primeros toros. El que hizo sexto, de regalo, brilló menos que sus hermanos durante el tercer tercio pero la buena estocada del extremeño provocó el vuelo de los pañuelos en el cielo ecuatoriano. Antes se había mostrado variado con el capote y dispuesto, firme, con la muleta en una tarde donde el viento molestó por momentos.

En la plaza de toros de Latacunga (Ecuador), segunda de feria, se lidiaron toros de Triana (1º, 4º y 6º, sobrero de regalo) y Huagrahuasi (2º, 3º y 5º, sobrero de regalo premiado con la vuelta al ruedo), desiguales de presentación y juego. Morante de la Puebla, palmas, palmas y oreja; Alejandro Talavante, saludos, saludos y oreja. Lleno en los tendidos.