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Toros

Pablo Hermoso, por sus fueros más de un lustro después, Puerta Grande con Lea

Octava Puerta Grande en Madrid del centauro navarro, cumbre con el excelente quinto de un notable encierro de Capea; ansiada primera salida en hombros de la amazona gala.

Pablo Hermoso, sobre su hijo Guillermo, a hombros con Lea Vicens. Fotos: Cristina Bejarano
Pablo Hermoso, sobre su hijo Guillermo, a hombros con Lea Vicens. Fotos: Cristina Bejaranolarazon

Octava Puerta Grande en Madrid del centauro navarro, cumbre con el excelente quinto de un notable encierro de Capea; ansiada primera salida en hombros de la amazona gala.

Se hizo esperar más de un lustro, pero la octava Puerta Grande de Pablo Hermoso de Mendoza ya es una realidad. El navarro firmó una faena cumbre al excelente quinto de un notable encierro de la familia Capea y salió en hombros junto a Lea Vicens que, tras tres años puntuando en Madrid, por fin saboreó la gloria calle Alcalá arriba. La faena de la tarde llegó en el quinto. Toro extraordinario por prontitud, codicia, son, entrega... Virtudes que exprimió Hermoso de Mendoza cuando lo paró en una baldosa sobre «Alquimista». «Berlín» redujo el torrente de casta dando una lección de toreo de costado. Lo llevó cosido al estribo y templó una barbaridad con la suerte de la «hermosina». Los cambios de pista, auténticos muletazos por los adentros. Mantuvo la intensidad sobre «Arsenio» destacando las piruetas de 360 grados en la misma cara del astado. El par a dos manos de cortas sobre «Pirata», reunido en una moneda. El rejón, aunque caído y trasero, fue certero y el doble premio, incontestable.

No había tenido suerte con sus dos primeros ejemplares del mano a mano. Ni el manso y aquerenciado primero, que se aplomó enseguida, ni el desentendido y sin celo tercero posibilitaron el lucimiento del centauro navarro, que fue silenciado en ambos.

Pablo Hermoso de Mendoza

Lea Vicens, por su parte, sorteó el mejor lote del duelo directo. Por ejemplo, un excelente segundo de Carmen Lorenzo. Con fijeza, buen son y temple, tuvo duración el astado al que la amazona recibió con «Bach» en un palmo de terreno. Tiró entonces de su caballo estrella «Bético» para torearlo a dos pistas. Por momentos, logró que hubiera cierto temple con la encastada embestida del toro. Clavó reunido en las batidas. Más meritorias, las banderillas sobre «Bazuka», al violín, y «Deseado», citando en corto. Cayó excesivamente trasero el rejón, pero hizo efecto y paseó la primera oreja del mano a mano. Ovación fuerte para el toro.

Aseguró la Puerta Grande en el sexto, otro toro con fijeza, buen tranco y emoción para el toreo a caballo. Tras encelarlo con «Bach» templarlo de costado con «Bético», hubo más imprecisiones en los cites con “Diamante”, pero el tono de la faena volvió a subir con «Greco». El rejonazo con «Espontáneo» cayó caído y trasero, pero fue fulminante y se le pidió el trofeo, que el palco otorgó.

El cuarto había sido otro toro con fijeza y codicia en las monturas de Lea Vicens. La gala, que lo recibió con el bayo «Guitarra», no estuvo acertada en los quiebros sobre “Gacela”. Incluso se tradujo en el que el caballo sufrió un percance al ser alcanzado en pleno embroque. Insistió con él, pero el caballo se dolió y afligió y tuvo que cambiarlo. Faltó también ajuste después con «Diluvio», sin embargo, sí hubo mayor acople con «Jazmín» el tramo final, un Pura Raza Española con el que exhibió doma. Mal con los aceros, fue silenciada.

Las Ventas (Madrid). 26ª de la Feria de San Isidro. Toros, reglamentariamente despuntados para rejones, de El Capea y Carmen Lorenzo (2º y 4º), de correcta presentación. El 1º, manso y aquerenciado, terminó muy aplomado; el 2º, gran toro, ovacionado, tuvo fijeza, ritmo y transmisión, además de buena duración; el 3º, desentendido y sin celo; el 4º, con fijeza, ritmo y transmisión, aunque le faltó una brizna más de entrega; el 5º, otro gran toro, pronto, con buen son, encastado y codicioso, humilló con enorme transmisión ovacionado como el 6º, con fijeza, movilidad y buen tranco, otro toro de nota. Más de tres cuartos de entrada.

Pablo Hermoso de Mendoza, seis pinchazos (silencio); tres pinchazos, rejón entero (silencio); rejón caído y trasero (dos orejas).

Lea Vicens, rejón muy trasero (oreja); cinco pinchazos, rejón atravesado, pie a tierra, dos descabellos (silencio); rejón trasero y caído (oreja).