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Pepín Liria: «Mi mayor miedo es manchar mi historia»

El diestro de Cehegín (Murcia) regresa mañana en el ruedo de Illescas junto a El Juli y José María Manzanares, abriendo así una fugaz temporada en la que celebrará sus 25 años de alternativa en algunas de las plazas más importantes de su trayectoria. Un regreso motivado por las dolorosas ausencias de Víctor Barrio e Iván Fandiño

Pepín Liria en imagen de archivo
Pepín Liria en imagen de archivolarazon

Sufrir dos tragedias en menos de un año a cualquiera le harían replantearse todo, esconderse o buscar desesperadamente un consuelo. Sin embargo, José Liria Fernández, que cumple 25 años de alternativa, mañana volverá a jugarse la vida en el ruedo de Illescas (Toledo) «para demostrar que los toreros nos movemos por sentimientos», su manera de honrar a Víctor Barrio e Iván Fandiño. Será un 10 de marzo, diez años después de su retirada en Murcia cuando rinda tributo a dos hombre que «engrandecieron mi profesión». Mañana, con 47 años, junto a El Juli y Manzanares en un homenaje «de diez», vuelve Pepín, vuelve «El Liria».

- ¿Durante cuánto tiempo se lleva preparando para esta cita?

- Al principio esperaba reaparecer un poco más tarde y por eso me ha cogido un poco el toro. Pero aún así llevo dos meses dedicado al cien por cien al toro, como cuando estaba en activo.

- Hasta el año pasado no había vuelto a Pamplona desde su despedida allí. ¿Tenía miedo a meterse en esta aventura?

-Cuando me retiré decidí alejarme completamente del toro, por que no es fácil dejar la actividad a la que has dedicado tu vida si no es así. Pero después de muchos años y habiendo superado ya ese trance, Pamplona era el lugar que todavía se me resistía. Es una plaza que me despierta algo especial y por eso me gustaría que no faltara en este año tan especial.

- ¿Teme volver a engancharse a la profesión?

- No. Tengo muy claro para lo que vuelvo. Pero también tengo igual de claro que no vuelvo para hacer el paseíllo y ya está. Quiero tirar la moneda al aire y seguir siendo Liria.

- ¿Y a que no le deje el sabor de boca esperado?

- Ese es mi mayor miedo, manchar mi historia o defraudar a la gente. He vuelto a sentir la presión que vivía a principios de cada temporada, el de si sería capaz de volver a superar la temporada anterior. Pero estoy satisfecho por haber hecho todo lo que está en mi mano para llegar a este desafío en la mejor forma posible.

- ¿El golf le ayudó a superar su retirada?

- El golf ha sido mi refugio durante todo este tiempo. Me ha permitido conocer a gente excepcional como Severiano Ballesteros o Rafa Nadal, e incluso ser caddie de Miguel Ángel Jiménez en el Masters de Augusta. Este deporte también me ayudó a evadir mi mente, pero nunca es posible hacerlo del todo. Pase el tiempo que pase siempre seré torero.

- ¿Se le ha exigido más que al resto?

Cuando eres joven muchas cosas de las que ves te parecen injustas y eso te genera un carácter rebelde y te dan ganas de ir contra el mundo. Pero tarde o temprano te das cuenta de que cada uno tenemos nuestra historia, y la mía no fue la más fácil pero fue la que me llevó a ser feliz y lograr cosas que jamás había imaginado. A veces el camino menos sencillo es el que te lleva más lejos .

- ¿Esta iniciativa también surgió por un clásico «no hay huevos» o un «ahora o nunca»?

- En parte sí (se ríe). Espartaco fue el que más me empujó a meterme en este lío, porque gracias a Dios ahora mismo estoy físicamente bien y nunca sabes cuanto tiempo vas a conservarte así.

- ¿Ha llegado a haber conversaciones con Madrid?

- No. Yo tenía muy claro de que había plazas, como también Sevilla, en las que era tan grande el recuerdo que tenía de mi despedida que no quería tocarlo. La excepción es Pamplona. Si este año al final voy, será para darle un mayor nivel de exigencia e importancia a este regreso, pisando una plaza de primera.

- ¿Qué les diría a los que opinan que este tipo de reapariciones solo sirven para quitar huecos a los toreros emergentes?

- No vengo a quitarle el puesto a nadie. La historia del toreo está escrita así, todos los grandes toreros han tenido la oportunidad de regresar de una manera especial por al menos una tarde, en mi caso serán cuatro o cinco. Yo les diría, que es importante entender la carrera de cada uno y que el que tenga las condiciones oportunas siempre acabará encontrando la oportunidad que busca.

- ¿Qué tienen los aniversarios que nos empujan a hacer este tipo de cosas?

- En parte es una cuestión de números, pero va mucho más allá. Yo nunca pensé que iba a llegar a cumplir ni 25, ni 10, ni siquiera 5 años como matador. Al principio, mi única expectativa era tomar la alternativa algún día, y por eso hoy me siento tan privilegiado. Además, seguir en condiciones para enfrentarte a un toro ya es motivo de celebración.

- ¿Cómo se le han pasado estos diez años?

- Al principio un poco lento. Cuesta desconectar y terminar de creerse que ya no estás en activo. Pero poco a poco te vas adaptando y ocupando tu sitio, como el que yo he encontrado en la Escuela Taurina de Murcia. Ella me permite devolverle a mi profesión y mi tierra todo lo que me ha dado.

- ¿Cómo asimiló usted las pérdidas de Víctor e Iván?

- Lo he pasado fatal. La de Víctor es la más injusta que puede haber, alguien que sigue luchando por su sueño, por encontrar la cara amable de la profesión y el reconocimiento. Muchas veces he pensado que si me hubiese ocurrido a mí habría sido una muerte más justa.

La noticia del fallecimiento de Fandiño la recibí en la Plaza de Toros de Granada, sin poder creer lo que veía en la pantalla de un móvil junto a Enrique Ponce, El Fandi y Roca Rey. Nadie se puede imaginar lo duro que es ver a tus compañeros delante de un toro sabiendo lo que acababa de ocurrir. Lo que hace más entendible que defendamos tanto nuestra fiesta es precisamente esto, que ponemos nuestra vida en juego.

- A unas horas de que llegue la esperada cita, ¿los nervios ya comienzan a apoderarse de uno?

- Desde que le dije que sí a Maximino (Empresario de la Plaza de Toros de Illescas) he vivido con lo que sufrí toda mi carrera, el insomnio, la falta de apetito, la sensación de malestar, las preocupaciones. etc. Si por esto fuera poco es la primera vez que mi actual pareja me va a ver torear y además ahora mis hijas son más conscientes de todos los riesgos y lo pasan peor. Pero todo sea por Víctor e Iván.