Francia

Tibia encerrona de Castella en Beziers

El francés cortó tres orejas pero se negó a salir a hombros

Sebastián Castella torea con la diestra a uno de los ejemplares de la encerrona
Sebastián Castella torea con la diestra a uno de los ejemplares de la encerronalarazon

Tarde considerada doblemente histórica la de este viernes en Beziers. En primer lugar, porque Sebastián Castella se encerraba con seis toros en su tierra y era la segunda vez que lo hacía en su carrera. La primera fue en Nimes, a beneficio de las víctimas del terremoto de Haití. A estas dos, hay que añadir una tercera aunque en esa ocasión lo hiciera ante seis novillos en su despedida de novillero, en la gala Chateaurenard. Además, era la primera vez que Beziers acogía una encerrona.

Sin embargo, la tarde no terminó de rodar. Castella tan sólo había paseado una oreja en el momento que saltó al ruedo el ejemplar de Domingo Hernández, que cerró plaza. De este ejemplar, el francés paseó los dos apéndices gracias, en buena parte, a la generosidad del palco. Realizó una decorosa actuación que inició con unos pases cambiados en el centro del ruedo y que rubricó con la espada. La otra oreja de la tarde fue la del segundo, un animal que salió descoordinado pero que pronto se empleó. Tuvo el motor justo, pero sirvió para el torero. Antes, con el que abrió plaza anduvo muy sobrado Sebastián Castella, aunque la pastueña embestida del animal apenas transmitió a los tendidos. Mató, eso sí, de una estocada entera en todo lo alto.

El ejemplar de Robert Margé, lidiado en tercer lugar, resultó el mejor de la tarde. Con él se lució Castella con el capote dejó en el último tercio algunas tandas en redondo muy templadas. Todo ello, sin embargo, lo emborronó con la tizona. Igual ocurrió ante el cuarto, un toro de Zalduendo con el que se lució en un quite por chicuelinas y realizó una buena faena, con estatuarios en el centro, pero rematada con hasta cuatro pinchazos.

No tuvo opciones el de Beziers ante el ejemplar de Alcurrucén, que saltó al ruedo en quinto lugar, ya que resultó ser un manso que se rajó apenas iniciada la faena, por lo que el torero abrevió, aunque esta vez acertó con la espada. Pese haber sumado un total de tres apéndices, una vez finalizado el festejo, Castella se negó a salir a hombros abandonó su plaza a pie por la puerta de cuadrillas.

Beziers (Francia). Se lidiaron toros, en este orden de Jandilla, Núñez del Cuvillo, Robert Margé, Zalduendo, Alcurrucén y Domingo Hernández, de juego y presentación desigual. El 3º resultó el de más calidad y entrega. Sebastián Castella, como único espada, saludos, oreja, saludos tras aviso, palmas, silencio y dos orejas. Lleno.