Sanidad
A1+, la nueva discriminación para las enfermeras: "No es de recibo que se quiera introducir"
El Consejo General de Enfermería solicita incluir a las enfermeras especialistas que poseen máster y doctorado en esta categoría que, de crearse, "vuelve a generar diferencias"
La ministra de Sanidad, Mónica García, se comprometió hace unos meses a incorporar la reclasificación de las enfermeras españolas en el nuevo (y polémico) Estatuto Marco de Sanidad. Esto les permitiría ocupar cargos de dirección y gestión dentro del Sistema Nacional de Salud, una reivindicación histórica que llevan años reclamando con el fin de equipararse a otros profesionales sanitarios. La titular ha venido destacando la "buena sintonía" mantenida con los agentes que representan a la enfermería en España, a pesar de haber levantado las primeras ampollas al revelar que esa reclasificación podría aterrizar sin una revisión salarial. Además, se ha desvelado un nuevo "pero" a la reforma prometida: la creación de un subgrupo A1+ que "vuelve a crear diferencias entre profesionales", achaca Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
A través de un comunicado de prensa remitido a los medios, el Consejo General de Enfermería señala que "actualmente, en España, en el ámbito sanitario público, las enfermeras están incluidas en el subgrupo A2 de la clasificación de empleados públicos. Una clasificación que, por injusta y anacrónica, el Ministerio de Sanidad pretende modificar en el nuevo Estatuto Marco del Personal Estatutario del Sistema Nacional de Salud".
Hasta ahí, bien, ya que el Consejo General de Enfermería ha solicitado "en reiteradas ocasiones" que se cree un grupo A unificado para todas las profesiones graduadas. Y más ahora, "que la tradicional división en licenciados y diplomados que justificaba la pertenencia a diferentes subgrupos A ya no existe". Por eso, una vez se elimine "esa obsoleta segregación entre subgrupos A1 y A2, donde injustamente estaban encuadradas las enfermeras y enfermeros desde los tiempos en los que su título era una Diplomatura, debería crearse un grupo A unificado que aglutine a todas las profesiones graduadas", argumenta Pérez Raya.
Sin embargo, "ante la posibilidad de que se cree un grupo A1+ en la clasificación del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud que, una vez más, vuelva a diferenciar entre profesionales sanitarios, este debería otorgarse también tanto a las enfermeras especialistas como a las que poseen máster y doctorado", solicita el presidente del Consejo General de Enfermería.
En el último borrador del anteproyecto del Estatuto Marco, en el artículo 6, se equipara a los grupos 6 (grado), 7 (máster o especialidad) y 8 (doctorado) del Marco Español de Cualificación para la Educación Superior (MECES) con el grupo A1 del Estatuto Básico del Empleado Público. Sin embargo, hay quienes reclaman la creación de un grupo A1+ para los grupos 7 y 8. Algo que, en caso de producirse, también debería reconocerse a las enfermeras especialistas y a las que han progresado hasta los máximos niveles académicos.
"Muchas enfermeras también han cursado dos años más de formación para lograr una especialidad o tienen estudios de posgrado, como másteres y doctorados, lo que refuerza su preparación académica. Si se plantea un grupo A1+ para quienes tienen un mayor nivel formativo, este también debería otorgarse tanto a las enfermeras especialistas como a las que tienen tanto máster como doctorado", añade Pérez Raya.
La vida de los pacientes está literalmente en sus manos
El comunicado del Consejo General de Enfermería señala también que "más allá del nivel formativo, tampoco hay que olvidar el elevado grado de responsabilidad que asumen todas las enfermeras en su labor asistencial diaria", ya que "literalmente la vida de los pacientes está en sus manos".
Entre sus funciones se incluyen "tareas de alta especialización, como la atención en unidades como críticos, UCI, urgencias… gestión integral de pacientes crónicos, administración de medicamentos complejos y procedimientos técnicos avanzados". En muchas ocasiones, "también asumen funciones de liderazgo en unidades propias y/o equipos multidisciplinares y roles de gestión que no son reconocidos ni valorados convenientemente", precisa el presidente de las 345.000 enfermeras españolas.
Históricamente, y especialmente tras la armonización de los sistemas de educación superior de los países europeos que unificó los títulos universitarios en títulos de Grado, acabando con la brecha entre licenciados y diplomados, "las enfermeras han sufrido una gran injusticia que se traduce en menores oportunidades de desarrollo profesional, un reconocimiento insuficiente de sus competencias y responsabilidades, y una desventaja comparativa respecto a otras profesiones de nivel universitario"
"Por ello, en la norma que pretende acabar con esta división obsoleta no es de recibo que se quiera introducir una nueva discriminación. Cualquier cambio que se realice al respecto no puede suponer un perjuicio para nuestra profesión", concluye Pérez Raya.