Televisión

Despedidas amargas en Netflix

Netflix ha cancelado numerosas series en lo que va de año pero el entretenimiento nunca desaparece del todo

Escena de una de las series canceladas por Netflix este año, «The OA»
Escena de una de las series canceladas por Netflix este año, «The OA»larazon

Netflix ha cancelado numerosas series en lo que va de año pero el entretenimiento nunca desaparece del todo.

Compartir alegrías, llorar las muertes, bailar su música o incluso, enamorarte. Quedarte sin palabras, gritarle a la pantalla o imaginar cómo cambiaría tu vida si aplicaras o sucediera lo que ves. De entre todas las sensaciones que puede despertar una buena serie, estas son solo algunas de ellas. Tampoco tiene por qué ser objetivamente buena, pero cuando algo te atrapa, lo hace. Y cuando lo hace, lo sientes. En la Antigua Grecia y coincidiendo con la creación y el desarrollo de las civilizaciones, la lectura de poesía, la improvisación teatral e incluso las creaciones personales ya congregaban a multitudes. La «cultura del ocio» ya dejaba caer sus raíces y la conciencia de las masas buscaba espacios de oxígeno para no pensar. Para reír, bailar o, simplemente, observar. Qué de coincidencias, ¿verdad? El avance de las sociedades mantiene ese hilo conductor que nos une inexorablemente a los que un día nos precedieron. Y como sucede con cada detalle que nos rodea, nuestro alrededor evoluciona. Surgen ideales y ramas que se diversifican como un árbol que nunca muere. La tecnología se ha convertido en el motor principal y la tecnología, aplicada al entretenimiento, da como resultado lo que hoy en día ocupa un alto porcentaje de nuestro tiempo libre. Con esta diversificación, han surgido plataformas –de pago– que han «aislado», por decirlo de alguna manera, a la televisión. Netflix es una de ellas, una fuerte y potente, que no deja de expandir sus límites. Es considerada una de las mayores empresas dispensadoras de entretenimiento y creadoras de contenido hipnótico pero, muchas de sus creaciones –series en casi su totalidad– han ido desapareciendo generalmente por los elevados costes de producción (provocados, sobre todo, por el aumento de ofertas anticipadas o por la disminución de posibilidades de acceso para los nuevos públicos).

Se acabó

«The OA», «Orange is the New Black», «Jessica Jones» o «Friends From College» son solo algunos de los nombres de las series originales de Netflix que han sido canceladas en lo que va de año. Por este motivo, o por la renovación inexistente de las mismas, muchas producciones abandonarán el «streaming» dejando atrás un camino de historias sin terminar, finales sin sentenciar y besos, desde ahora, imposibles. La plataforma, que no acostumbra a revelar los datos de audiencia, no aplica ningún criterio específico que se sepa, por lo que el factor económico se posiciona como el principal aliciente de estas cancelaciones. El entretenimiento, como todo en la vida, sufre alteraciones. Varía, se amplía o parece que se desvanece. Sin embargo, lo que ocurre es que se reemplaza. Son huecos fáciles de cubrir porque somos seres que escapan de la rutina. Seres que buscan dejar volar la mente hacia historias que no nos tocan. Que solo nos rozan pero no nos hunden si por algún motivo dejan de existir. Por suerte, estas creaciones brotan como semillas en primavera y nosotros perpetuamos ese tejido que nos une irremediablemente a los inicios de absolutamente todo, incluido, por supuesto, el entretenimiento.