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Pablo Ibar: la muerte en vida

Finaliza el rodaje de «El corredor de la muerte», un retrato fiel de la tortura judicial que está viviendo el español en EE UU donde en mayo se juega la cadena perpetua o la pena capital.

Miguel Ángel Silvestre, vestido de naranja, durante el rodaje de la serie. Foto: Movistar +
Miguel Ángel Silvestre, vestido de naranja, durante el rodaje de la serie. Foto: Movistar +larazon

Finaliza el rodaje de «El corredor de la muerte», un retrato fiel de la tortura judicial que está viviendo el español en EE UU donde en mayo se juega la cadena perpetua o la pena capital.

Produce mucho desasosiego visitar la celda, el locutorio y el corredor de la muerte que se han recreado en una desangelada nave industrial de Madrid para contar la vida en la cárcel de Pablo Ibar, el español que lleva 24 años en prisión por un crimen que no cometió aunque la justicia estadounidense se empecine en lo contrario. A lo largo de cuatro episodios «El corredor de la muerte», la nueva serie original de Movistar+, en colaboración con Bambú, acaba de terminar su rodaje. Sin embargo, esperarán hasta finales de mayo para dar el último golpe de claqueta. Será cuando se sepa la condena de Ibar (interpretado por Miguel Ángel Silvestre), al que le espera o cadena perpetua o la pena capital. Se han rodado varios finales, aunque lo más seguro es que aparezca un rótulo con la decisión que tome el jurado del caso.

Pegados a la actualidad

Como sucedió con «Fariña», el proyecto tomó forma a partir del libro del periodista Nacho Carretero, «El corredor de la muerte». «En cuanto lo leí, negocié con la editorial los derechos para la adaptación televisiva», dice Ramón Campos, uno de los productores y creadores de la serie, que añade: «Al igual que ocurrió con la historia de los narcos gallegos que emitió Antena 3, nos gusta que la ficción parta de una investigación periodística. Además, hemos estado rodando pegados a la actualidad entre Panamá –donde se recrea Florida– y Madrid».

En pos del rigor, en la serie los diálogos son en inglés y en español con acento cubano, como habla Ibar. «En ese sentido, Silvestre ha hecho un trabajo excepcional porque no ha abandonado el personaje en ningún momento, incluso fuera del set hablaba como él», afirma Campos. Carretero quiere destacar que este es un proyecto singular porque nace de la necesidad de «contar su historia, nos parecía que era importante ayudar a una causa en la que creemos. Se está evidenciando que hay una cantidad de grietas e irregularidades que hay que dar a conocer. Esperemos que tenga su efecto, que pongamos nuestro granito de arena y que permanezca en el imaginario».

El guionista y director de «El corredor de la muerte», Diego Sotelo y Carlos Marques-Marcet («10.000 km», 2014), respectivamente, apuntan que también es una reflexión sobre la Justicia estadounidense donde está presente el racismo. «Solo un dato, Chuck Morton, el fiscal que dirige la acusación sobre Ibar, es negro. Sin embargo, está cometiendo un acto de xenofobia contra otra minoría discriminada: los latinos. No hay que olvidar que en EE UU a los españoles nos consideran que formamos parte de esa comunidad».

Se cuenta con el apoyo de la familia

Ni los productores ni Miguel Ángel Silvestre han hablado con Ibar. «Está aislado, pero estoy convencido de que cree que cuanto más se hable del caso mejor», dice Campos. El contacto con su padre, Cándido, también ha sido escaso, no porque se oponga a la serie; al revés, «hemos hablado algo con él, pero preferimos no molestarle».