Trabajo
Una aceleradora contra la crisis del I+D
Lanzadera busca los rostros que liberarán la investigación del futuro con un plan de emprendedores basado en el trabajo personal.
Personas, personas y personas. Para Lanzadera, el futuro del país pasa por las personas. En concreto, por los emprendedores, ya sean jóvenes o adultos. No hay otra fórmula. En tiempos en los que la inversión en I+D+I está prácticamente mermada en España, la aceleradora de empresas —de personas, insisten— de Juan Roig propone un modelo de mecenazgo cuyo beneficio sea global a medio y largo plazo. “En este país hay mucho talento, muchas ganas de hacer las cosas, gente muy preparada”, asegura Javier Jiménez Marco, director general de Lanzadera.
Treinta y cinco proyectos se desarrollan bajo el paraguas de esta iniciativa afincada en Valencia, que ofrece financiación, asesoramiento, gestoría y un modelo de negocio contrastado sobre el que basar las nuevas ideas para conducirlas al éxito. En la innovación está la clave, pero es el compromiso social y humano el que, en épocas de austeridad donde la financiación está en proceso de reapertura, convierte lo abstracto en tangible. Juan Roig, presidente de Mercadona, vio en este panorama un terreno fértil para cultivar nuevas ideas, e ideó Lanzadera con el propósito de aprovechar el talento nacional a modo de concurso. En sus dos primeras ediciones, 15 y 20 startups resultaron elegidas de entre miles de proyectos para hacer realidad el sueño empresarial de sus emprendedores.
España sigue a la cola de Europa en la lista de países que apoyan el I+D+I, con una inversión anual del 1,24% del PIB (Datos de noviembre de 2014), a una distancia abismal con respecto a los países nórdicos de la Unión. Incluso Portugal, también afectada por la crisis financiera, ha superado a nuestro país, con un 1,36% de inversión para la investigación y el desarrollo. Los principales afectados, Universidad y Sector Público, se han visto mermados sensiblemente, y solo destaca un repunte de inversión en I+D gracias a la intervención privada. Lanzadera forma parte de este repunte. “La voluntad de Juan Roig es devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad le ha dado y ayudar a gente que empieza”, comentan desde Lanzadera.
Lanzadera basa su labor en cuatro pilares fundamentales: financiación, gestoría y mentoring y experiencia empresarial.“Les aportamos formación especializada según su necesidad, y las soluciones se caminan en función de esas carencias. Les damos un préstamo de hasta 200.000 euros que empieza a repararse en el momento en el que el negocio está en condición de hacerlo, y colaboramos además con una gestora de apoyo y una red de mentores que apoyan directamente en las distintas áreas”.
De esta forma, el emprendedor tiene vía libre para centrarse únicamente en trabajar la idea e implementarla con la experiencia de negocio que aporta Mercadona. Lamentablemente, cuenta Jiménez Marco, no todas las empresas pueden acogerse al plan de aceleración empresarial, y muchas ideas brillantes se quedan fuera por falta de espacio. Para paliar este problema, Lanzadera tiene prevista ya una tercera edición de talentos en los que premiará las 25 ideas —cinco más que en la edición anterior— más innovadoras, las que más convencionalismos rompan.
Este modelo de negocio, que arrancó en España en 2010 basado en los estereotipos norteamericanos, es un salvavidas para todos aquellos que tienen un talento guardado y no pueden sacar a relucir en el que, según el director general de Lanzadera, no hay competencia. Para Jiménez Marco, todo el trabajo que se desarrolla en Lanzadera tiene como objetivo beneficiar a las personas, y la aparición de más iniciativas aceleradoras no supone un lastre, sino todo lo contrario. Cuantas más empresas de mecenazgo existan en España, menos talento acabará saliendo al extranjero en busca de apoyos.
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