Rabat
Marruecos lucha por salvar a sus gacelas
Conservar las especies africanas en vías de extinción es uno de los principales objetivos del parque zoológico de Rabat.
Conservar las especies africanas en vías de extinción es uno de los principales objetivos del parque zoológico de Rabat, donde en tan solo un año se han producido más de 340 nacimientos, entre ellos el de la gacela dama desaparecida de la naturaleza.
Con sus patas finas y sus cabezas elegantemente erguidas, gacelas y ciervos disfrutan del sol de enero, y se pasean y olfatean la hierba que se encuentra en un ecosistema reproducido especialmente para ellos en una parcela de las 27 hectáreas de superficie con las que cuenta el zoológico.
En Marruecos hay tres tipos de gacelas (Dama, Dorcas y Cuvier), y como ocurre con el león de Atlas son consideras patrimonio nacional, por lo que desde hace años hay puesta en marcha toda una estrategia para salvaguardarlas.
Junto al Alto Comisionado de Aguas, Bosques y Lucha contra la Desertificación, el zoológico lucha por garantizar la evolución de éstas y otras especies de ungulados.
Desde 2005 a 2014 se ha conseguido mantener en estado salvaje a las gacelas dorcas y cuvier y, a otro animal, al carnero de berbería, mientras que cuatro especies han sido introducidas en espacios protegidos: la gacela dama, el adax, el ciervo oryx y el de berbería.
Gracias al trabajo realizado en la actualidad, Marruecos cuenta con al menos 2.000 gacelas cuvier, y posee también la más importante reserva mundial de gacelas dorcas y dama (su población cautiva supera los 4.000 y 370, respectivamente), así como de ciervos oryx y addax. Todos estos animales se encuentran repartidos en 26 enclaves.
Salma Slimani, directora de gestión administrativa del zoo, asegura que "uno de nuestros principales trabajos es crear núcleos protegidos que permitan constituir grupos reproductores y reintroducirlos en sus zonas de origen".
El parque de la zona sahariana de Safia, en la provincia marroquí de Bir Guendouz, es uno de los ejemplos de los lugares nacionales donde ciervos y gacelas viven libremente.
Slimani explica que la esencia del zoológico es trabajar sobre una fauna salvaje africana, porque la idea principal es que "las especies puedan tener posibilidades de adaptarse a la naturaleza y al clima de Marruecos".
Sin embargo, la directora dice que hay que tener en cuenta que algunas especies con las que trabajan, como el león del atlas, nunca podrán introducirse en su hábitat natural porque sería un "un peligro absoluto"para la población.
Y es que los investigadores mantienen que el león del atlas desapareció en 1920 a causa del progresivo deterioro de su hábitat, lo que le obligó a descender de las montañas en busca de presas y comenzar a alimentarse de las reses de los ganaderos. Hoy en día la historia se repetiría de estar en libertad este felino.
En el caso de otros animales, como el rinocerontes blanco, una especie amenazada, y del que el zoológico cuenta con tres ejemplares, la idea si se logra su reproducción es reintroducirlo en otros países africanos acordes a su hábitat.
Monos, jirafas, elefantes, cocodrilos, buitres o ibis son solo algunos ejemplos de otras especies animales con las que trabajan.
Para realizar esta tarea no están solos. Les apoyan económicamente fundaciones de renombre como la del Banco marroquí de Comercio Exterior (BMCE), el grupo Doha, Aguas Minerales Oulmes, la cadena de supermercados Marjane y Cementos de Marruecos.
Pero también trabajan codo con codo con zoológicos, museos de historia natural o universidades en Francia, Alemania, Estados Unidos o Emiratos Árabes con los que se intercambian conocimiento, información e incluso animales ya que se pueden tratar o adaptar mejor en un país u otro.
Todo un laborioso trabajo para conseguir rescatar animales que en la mayoría de los casos han sido víctimas del ser humano.
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