Sevilla

Un 60 % de las plantas invasoras de España proceden de la jardinería

Un sesenta por ciento de las plantas exóticas invasoras, algunas de las cuales causan un importante daño ecológico y económico, proceden de la jardinería, según ha destacado hoy a la Agencia EFE Iñigo Sánchez, conservador del Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz) y experto en este campo.

Sánchez interviene esta semana en el curso "El verde urbano. Ventajas e inconvenientes", que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en su sede de La Cartuja (Sevilla), donde ha advertido de que la globalización agrava este problema.

Para este biólogo, la jardinería es crucial para la propagación de esta amenaza ambiental no sólo por la importación directa de plantas ornamentales exóticas que se transforman en especies invasoras sino por la entrada de patógenos -en especial insectos o gusanos- en la tierra o los embalajes de dichas importaciones.

Ha destacado el caso del picudo rojo, un insecto que ha destruido miles de palmeras en España, adonde llegó con el boom inmobiliario que disparó la importación masiva de palmeras norteafricanas, dado su bajo coste.

El picudo rojo no sólo ha causado daños ecológicos, en especial en Canarias, donde ha atacado las palmeras autóctonas, sino también económicos, por el elevado coste de su erradicación que, además, daña la salud de insectos y aves por los efectos patógenos de los productos químicos con los que se combate.

También ha citado el trasplante de olivos centenarios, en cuyos grandes cepellones suelen viajar larvas e insectos y que en Baleares, donde se importaron unos 7.000 de estos árboles, han introducido cuatro especies de reptiles que depredan especies autóctonas como la lagartija pitiusa.

Sánchez ha recordado que la importación y uso de especies exóticas está tipificada como delito en el Código Penal, aunque apenas existen sentencias al respecto, y que el catálogo de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2007 prohíbe importar 186 especies vegetales exóticas, la mayoría en Canarias, donde causan un grave impacto ecológico en su rica vegetación autóctona.

Pese a ello, ha denunciado que algunas administraciones "siguen plantando especies exóticas que desde hace un año están prohibidas", a pesar, además, de que la flora española cuenta con suficientes especies para cubrir esta demanda.

También ha recordado que los últimos estudios cifran en 1,4 billones de dólares el coste anual del control y erradicación de especies invasoras en el mundo, que son ya la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, tras la destrucción directa del hábitat, pues no solo alteran los ecosistemas donde se implantan sino que también destruyen el paisaje, causan hibridaciones genéticas y contaminan.

Incluso pueden constituir "un problema de salud pública"por la importación de especies causantes de alergias, ha señalado.

Según Sánchez, un diez por ciento de las especies exóticas logran asentarse en el territorio al que llegan y, de ellas, otro diez por ciento se comportará como una especie invasora que modificará el paisaje y provocará daños en la agricultura al competir con cultivos, reducir cosechas y, en algún caso, transmitir plagas y parásitos.

Entre las plantas exóticas invasoras prohibidas en España, Sánchez ha destacado la Artemisis artemisifolia, causante de graves alergias; el Asparagus asparagoides, trepadora sudafricana que ha colonizado pinares en Cádiz y Huelva; la Azolla, helecho flotante que causa graves daños en Doñana, la Buddeleja, que ha acabado con plantas autóctonas en el norte de España o el Carpobrotus edulis, especie plantada para fijar dunas o cunetas y que ha asfixiado plantas autóctonas del litoral.

Sánchez ha advertido de que el creciente impacto de las especies invasoras no afecta solo a las plantas sino también al mundo animal y ha destacado que "uno de cada cuatro peces de agua dulce que vive en España ya es exótico".