Viajes

Coronavirus: Los mejores sitios para viajar sin riesgo de contagio tras la cuarentena

La forma de viajar va a cambiar, ya lo dicen los expertos y lo confirmamos nosotros. Hasta dentro de dos años, los viajes al extranjero estarán más restringidos y la opción más segura será quedarse en España, rehuyendo las multitudes. Pero la oferta que nuestro país presenta para las vacaciones que se aproximan es demasiado abundante como para no aprovecharla.

Cádiz.- Ecologistas piden a la Junta información sobre captación de agua de ayuntamientos en el Parque Los Alcornocales
Parque Natural de Los AlcornocalesECOLOGISTAS EN ACCIÓN14/04/2020larazonECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Todavía no es oficial, pero lentamente nos acercamos a lo inevitable. Este verano, y probablemente el que viene también, viajar a destinos exóticos en vuelos de larga duración va a ser misión casi imposible. Los expertos ya estiman que la opción más probable será visitar destinos dentro del territorio nacional, siempre manteniendo una distancia de seguridad y evitando grandes multitudes. Esto saca de la lista a los festivales, las playas abarrotadas y los restaurantes que no puedan permitirse montar reservados temporales. Tras la cuarentena, aunque la apertura se vaya a hacer de forma escalonada, en parte sigue dependiendo de nosotros frenar lo máximo posible la propagación del virus.

Hará falta encontrar lugares aislados o, como mínimo, que permitan mantener la distancia de seguridad. Parecen todo malas noticias, pero hurgando en ellas descubrimos que es posible encontrar rastrojos de luz que podrían hacer de nuestras próximas vacaciones más deseadas que nunca, unas inolvidables en cuanto a disfrute se refiere. Existen opciones.

Las calas españolas

Es habitual cuando se visita una pequeña calita en Tenerife, Mallorca o la Costa Brava, que las encontremos plagadas de turistas extranjeros, y esto hace prácticamente imposible encontrar hueco. Este año no parece que vayamos a recibir visitas del exterior, así que la habitual muchedumbre que se da en estas preciosas localizaciones será prácticamente inexistente. Si se cuenta con coche, un plan de veraneo estupendo podría ser visitar las calas de cualquier zona de la costa española. Y si la primera cala en la que paremos tiene demasiada gente, la amplia variedad que ofrece nuestro país hace realmente sencillo volver a subir al coche y probar suerte en la siguiente. Tan sencillo. Con buen ánimo puede ser incluso excitante proponerse la misión de encontrar la calita donde disfrutar en soledad de un día de gloria.

Y quien pueda alquilar una lancha (bien desinfectada) que le permita visitar zonas más exclusivas, este es el momento de hacerlo. No habrá problemas de aparcamiento, enfrentándonos a los enormes yates extranjeros que pululan por nuestras aguas. Los amantes del surf encontrarán en el norte español playas casi vacías para practicar sus deportes. Eso sí, a ser posible con nuestras propias tablas para evitar posibles contagios. Este año retrocedemos a los tiempos anteriores al eslogan de “Spain is different” y las playas de Gandía no estarán abarrotadas, ni mucho menos. Pese a que los altos y modernos edificios estarán allí, las playas mostrarán un panorama parecido al de muchos años atrás. Amplias playas con pocos turistas permitirán mantener la distancia de seguridad sin problema.

Una acampada al aire libre

El plan perfecto. Otra vez podemos aprovechar la escasa demanda extranjera de estos servicios para buscar zonas de acampada casi desiertas. Aunque mi recomendación es, si se conoce a alguien que posea campos, ofrecerle pagar un alquiler para disfrutar en soledad de la vida en naturaleza. Pongo un ejemplo: yo ya he hablado con un viejo amigo que tiene un pequeño prado en Asturias, y está dispuesto a alquilar una pequeña zona que no va a utilizar para el cultivo por diez euros al día. Mi pareja y yo iremos a pasar allí una semana. Nosotros ayudamos a nuestro amigo y él nos garantiza una semana de naturaleza, y precisamente ahora más que nunca debemos colaborar los unos con los otros. Otra opción es la acampada libre, aunque debe hacerse siguiendo el cumplimiento de la ley en este aspecto. España es uno de los países de la Unión Europea con más restricciones para practicar acampada libre, y hacerlo en determinadas zonas como Parques Naturales puede conllevar multas de hasta 1.500 euros. Sin embargo, todavía quedan algunas zonas en las que practicar este sueño. La revista Traveller creó el año pasado un mapa donde se puede practicar la acampada libre de forma legal. Este verano probablemente sea el mejor momento para echarle un vistazo.

Naturaleza y cumplimiento del deber civil, esto es, manteniendo una sana distancia de seguridad con cualquier otra persona. Aprovechar tras tantos días confinados un respiro de aire fresco, será provechoso para nuestra salud y lo disfrutaremos al máximo.

Hora de estrenar la caña de pescar

Me compré una caña hace tres años y sigue con la etiqueta puesta. Somos muchos quienes hemos dejado pasar más y más el momento de practicar unas horas de pesca deportiva. Este año las excusas se han acabado. Hacerlo es tan sencillo como hacerse con una licencia regional que oscila entre los 5 y los 12 euros, comprar cebo y buscar un lugar apartado donde practicar este sano pasatiempo con tranquilidad. Sin peligro de muchedumbres ni de contagios. Se puede hacer tanto en el mar (si alguno tiene una lancha) como en zonas de agua dulce. Especialmente divertidos son el embalse de Guadalcacín (Andalucía) el lago de Sanabria (Zamora), Ibones de Anayet (Huesca) y la larga longitud de nuestro querido río Ebro.

Unas cervecitas y una silla cómoda, unidos a la excitación de atrapar algo, es un plan estupendo que puede ocupar días enteros. Claro que, de hacerse en compañía, lo mejor es que sea en grupos muy reducidos y manteniendo una distancia saludable siempre que sea posible.

Paseos por el campo

Las modalidades son prácticamente interminables. Desde la escalada hasta una vigorizante caminata por los increíbles Parques Naturales que nuestro país pone a nuestra disposición, con nada más que un bocadillo y una botella de agua fresca, abren nuestros sentidos a un aspecto de la vida poco común en la algarabía habitual de las ciudades. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Nacional de Timanfaya son los favoritos habituales, aunque podemos encontrar muchos más. Son 15 parques los que podemos visitar y dar una envidia absoluta a la familia Von Trapp en Sonrisas y Lágrimas.

Yo ya le tengo echado el ojo al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en Lérida. Pero si encuentro tiempo volveré a visitar, porque no importa cuantas veces se paseen y cada uno de ellos aporta nuevos elementos de magia, el Parque Nacional de Caldera de Taburiente, en La Palma, y el Monfragüe (Cáceres). Inmersos en ellos no necesitamos nada más.

Los museos

A priori, uno descartaría rápidamente la opción de visitar museos en la era post coronavirus, pero para los amantes de las Bellas Artes también tenemos buenas noticias. Los museos se adaptarán a la situación actual organizando visitas privadas a sus exposiciones. La disminución de demanda y de visitantes extranjeros facilitará este tipo de prácticas. Las visitas privadas permitirán tendrán una duración de entre una y dos horas, siempre manteniendo la distancia de seguridad con los grupos que nos precedan, y permitirán apreciar las obras de los grandes artistas de una forma tan exclusiva como nunca habíamos imaginado. No tiene mala pinta, al fin y al cabo.

Una autocaravana para disfrutar de España

Descubrimos que este verano no va a ser uno de fiesta constante y bullicio. Será uno más relajado, más solitario. Pero esto no debe verse como un aspecto negativo, ni mucho menos. Además de la oportunidad única que se nos ofrece para disfrutar de nuestro país al máximo, tantos meses de confinamiento requieren una apertura al mundo de forma gradual, nunca brusca. Especialmente para los niños. Esta extraña situación requiere de transiciones calmadas que les permita asimilar los cambios correctamente, según aseguran los psicólogos, y un verano demasiado ensordecedor puede crearles confusión. Es por esto que debemos entender nuestra nueva forma de vivir las vacaciones, no como una restricción más, sino como un paso necesario para mantener nuestra estabilidad emocional y no someter a nuestra mente a cambios demasiado bruscos.

La naturaleza, nuestra aliada desde el principio, nos permitirá reencontrarnos lentamente con un mundo que ahora tiene las puertas cerradas a cal y canto. Si se tiene la posibilidad de alquilar una autocaravana, este es el verano para disfrutarla. Pescando, visitando calitas prácticamente inaccesibles, acampando... Es una aventura, al fin y al cabo. Una aventura divertida si se acoge con entusiasmo, porque una actitud positiva hacia la vida aporta mucho más de lo que podemos pensar. Nos formularemos preguntas: ¿qué calita estará libre hoy? Y como un comando de la diversión nos lanzaremos en su búsqueda. Agradecidos porque lo peor habrá pasado, y nosotros hemos sido fuertes, lo hemos superado. Juntos. Este verano la España más viva, la de los campos y las montañas y las aguas dulces, abrirá sus brazos de madre para recibirnos.