Viajes
Seis secretos de Marbella que merece la pena compartir
Hay ciudades que esconden secretos, tan bien guardados que consiguen preservar la exclusividad y mantenerse ajenos a las aglomeraciones de turistas. Marbella es una de esas ciudades. Y es que más allá del lujo y la fascinación que despiertan sus exclusivas urbanizaciones, súper yates y coches de alta gama, Marbella tiene rincones y planes para todos los gustos y bolsillos, de los que pocos hablan pero que convierten la visita en una experiencia única. Muchos de ellos se pueden disfrutar durante todo el año, y los que sólo están disponibles en primavera y verano están abiertos ya para reservar de cara a la próxima temporada. Nos embarcamos en un recorrido por seis planes marbellís que merece la pena descubrir, y compartir.
Marbella de lujo
Marbella ofrece más de 300 días de sol al año y una temperatura media de 19 grados. Por eso no es de extrañar que una de las ofertas de ocio más reclamadas en la ciudad sean sus exclusivos clubs de playa. Para los que además de refrescarse en el mar o la piscina busquen un ambiente relajado, selecto y apto para disfrutar toda la familia (niños incluidos) una de las opciones estrella por su tranquilidad y amplitud de oferta es Ocean Club.
Ubicado junto al animado distrito de Puerto Banús, y a punto de celebrar su décimo aniversario, Ocean Club Marbella ofrece 9.000 metros cuadrados de estilo, lujo y glamour y ya se ha convertido en uno de los beach clubs más exclusivos de Europa. Su impresionante piscina de agua parcialmente salada está rodeada de amplias camas en las que uno puede relajarse mientras disfruta de un cóctel de autor y de la música chill out que pinchan sus DJs residentes. Pero además de por su piscina y por su zona de masajes y relax, Ocean Club Marbella destaca por su restaurante, con una amplia oferta de platos internacionales para todos los gustos, seleccionados con esmero y sumo cuidado por su dueño, Thierry Jacobs. Un empresario belga que un día se enamoró de este enclave en la Costa del Sol y decidió convertir un club de playa tradicional en uno de los resorts más lujosos del mundo.
Ocean Club Marbella acaba de despedir el verano con su tradicional fiesta de fin de temporada, la “Black and Gold Party”. Un evento que ya se ha convertido en un must para la élite nacional e internacional. En esta edición la fiesta ha contado con más de dos mil asistentes, que han podido disfrutar de la actuación del DJ Erick Morillo, los bailarines de Acrobats Crew, el impresionante directo del cuarteto Disco Bandit, el espectáculo de Radical Show y una traca final de fuegos artificiales sincronizados con música. ¿Existe una forma más exclusiva de despedir el verano?
Marbella gastronómica
Marbella es tierra de sabor, y esto lo sabe muy bien Santiago Domínguez, propietario y fundador del emblemático restaurante que lleva su nombre, ubicado en pleno Paseo Marítimo de la ciudad. En 1957 abrió un chiringuito llamado “Marimar”, y en ese mismo lugar se levanta hoy su restaurante, “Santiago”, que en todos estos años ha hecho las delicias de paladares tan ilustres como los de Anthony Queen, Margaret Thatcher, Orson Wells, Onasis, Charles de Gaulle, Picasso o Dalí, entre otros. Y es que Santiago era lugar de visita obligada en la época de oro para todas las estrellas que visitaban Marbella. En la actualidad, el restaurante sigue siendo en sí mismo una estrella en Marbella.
Y para los que quieran darse un homenaje en un rincón escondido del casco histórico y a la vez disfrutar de la privacidad de un patio andaluz modernizado, el restaurante Zozoï es una opción más que apetecible. Su propietario es el belga Thierry Jacobs, el mismo que en Ocean Club, y en este pequeño oasis ha dado rienda suelta a su pasión por la alta cocina, fusionando el producto local con toques de la gastronomía de su país. El resultado es una explosión de sabor acompañada por la cercanía, amabilidad y elegancia de sus maîtres. A destacar su delicioso lenguado Meunière, con mantequilla, perejil y limón, o su cangrejo real con crema de cayena, espinacas y puré de patatas. Sin olvidar su tartare al estilo belga, o el espectacular solomillo de ternera gallega. Un espectáculo para los sentidos.
Marbella de mar
Por todos es sabido que uno de los principales atractivos de Marbella es el mar. La ciudad se extiende a lo largo de 27 kilómetros de costa, por lo que una de las visitas obligatorias es, además de sus playas de arena fina, su puerto deportivo y el paseo marítimo. Existen múltiples formas de disfrutar de la costa marbellí, pero quizá una de las más atractivas y únicas es adentrarnos en el Mediterráneo a bordo de un yate.
En la zona hay varias empresas que ponen sus barcos a disposición del visitante, pero si lo que de verdad queremos es vivir la tradición marinera, nadie conoce esta costa como los capitanes de Marina Marbella. La empresa fue fundada en 1965 por dos hermanos suecos que por entonces rozaban la veintena, Lars y Göran Sundberg. Ambos llegaron a Marbella desde Suecia a bordo de un viejo galeón de madera y decidieron emprender su propio negocio, con la intención de enseñar a sus clientes cómo sacar el máximo partido de una experiencia a bordo de un barco. Hoy en día, Marina Marbella cuenta con 15 centros de servicios de navegación en cinco países, y se ha convertido en líder en su campo gracias a su compromiso con la calidad.
Marbella de montaña
Uno de los secretos mejor guardados de Marbella es el macizo montañoso que la protege y que genera un envidiable microclima en la zona durante todo el año: Sierra Blanca. Para los que prefieren la montaña a la playa, la ciudad ofrece la posibilidad de hacer una escapada senderista. Existen hasta seis rutas diferentes por Sierra Blanca de distintas dificultades. Una de las más populares es la subida a la Cruz de Juanar. Tiene una dificultad media con algunos tramos cortos de subida, y se recorre en aproximadamente tres horas. Al llegar a la Cruz, se divisa toda Marbella, desde su paseo marítimo hasta las playas de San Pedro de Alcántara, y la vista se pierde en el horizonte con la línea del Mediterráneo. Si el día está despejado, uno puede ver incluso Gibraltar.
Y para los que prefieran un paseo por lo llano, el Pinar de Nagüelles, un paraje natural en la falda de la montaña, es una excelente alternativa que permite a la vez respirar aire puro y disfrutar de la agradable sombra de los pinos.
Marbella y el golf
El golf juega un papel fundamental en la oferta turística de Andalucía, no en vano el año pasado atrajo a casi medio millón de turistas a la comunidad. Así que no es de extrañar que a la Costa del Sol le llamen la “Costa del Golf”. En la propia ciudad de Marbella hay 17 campos de golf en los que se puede practicar el deporte, lanzar unas bolas en sus campos de prácticas o simplemente disfrutar del recorrido mientras se contempla el Mediterráneo.
Uno de los centros con más tradición en la ciudad es el Club de Golf Guadalmina, ubicado en San Pedro de Alcántara. El Club se inauguró en 1959 y en la actualidad cuenta con más de 2000 socios de 17 nacionalidades. Consta de dos campos de golf de 18 hoyos y un tercero de nueve, además de un campo de prácticas con capacidad para 40 jugadores. Ya seamos jugadores expertos o visitantes curiosos, además de practicar el deporte podremos disfrutar de un paseo junto al mar entre los pinares. El Club de Golf Guadalmina fomenta el deporte de base y apuesta por la formación desde edades muy tempranas. De su cantera han salido grandes figuras del golf como la malagueña Azahara Muñoz, que se encuentra entre los primeros 30 puestos del ranking mundial y que esta temporada ha hecho historia, convirtiéndose en la primera española en ganar el Open de España femenino, un torneo que precisamente se ha celebrado en Marbella.
Marbella histórica
Y para finalizar el viaje, es imprescindible pasear por el casco histórico de Marbella. Además de su plaza de los naranjos, alrededor de la cual gira toda la vida del pueblo, sus balcones enrejados o su pavimento de cantos rodados procedentes de la montaña y colocados uno a uno por artesanos, la ciudad es en la actualidad un auténtico museo al aire libre. Marbella ha sido siempre destino favorito para famosos y artistas internacionales. Pero si hubo uno que se enamoró profundamente de la Costa del Sol, ese fue Salvador Dalí.
La Avenida del Mar, pavimentada con lujoso mármol amarillo, sirve como museo al aire libre para 10 esculturas del polifacético artista. Un enclave perfecto para perpetuar la obra de un amante del mar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar