
Curiosidad
Pokémon se lanza hacia el espacio exterior de la forma más inesperada posible
Una carta Pokémon ha sido lanzada al espacio en una de las promociones más extrañas que se recuerdan de la franquicia

Una carta de Pokémon se ha convertido en protagonista de una de las iniciativas más singulares del mundo del coleccionismo: un ejemplar de Reshiram con calificación “Black Label” —la puntuación más alta posible otorgada por Beckett Grading Services— fue enviada al espacio como parte de un experimento para comprobar la resistencia y durabilidad de este tipo de objetos en condiciones extremas.
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La carta fue cuidadosamente preparada para el viaje. Se protegió con tres capas de fundas especiales de la marca Dragon Shield, una interior de ajuste perfecto, una exterior adicional y una estándar como cobertura final. Posteriormente, fue colocada dentro de una cápsula hermética acoplada a un globo estratosférico, que ascendió durante tres horas a través de la atmósfera hasta alcanzar una altitud cercana a los 35 kilómetros. Durante el trayecto, la carta fue expuesta a temperaturas cercanas a los −70 °C, fuertes corrientes de viento y un impacto significativo de radiación solar directa antes de descender de vuelta a la superficie.
Tras su recuperación, la carta fue sometida a una nueva evaluación por parte de Beckett para determinar si las duras condiciones habían afectado su integridad física o su calificación. Sorprendentemente, el resultado fue inmejorable: el Reshiram mantuvo su nota perfecta, lo que se interpretó como una muestra de la extraordinaria resistencia tanto del material de impresión como de la protección utilizada. El experimento demostró que, con un cuidado adecuado, incluso los coleccionables más delicados pueden soportar entornos extremos sin deteriorarse.
Una acción con fines benéficos que pone de manifiesto el fenómeno de Pokémon
Más allá de su aspecto técnico, el proyecto tuvo también un componente benéfico. La carta será subastada y los beneficios se destinarán a apoyar programas para niños en situación de vulnerabilidad, un gesto que añade una dimensión solidaria a esta curiosa hazaña que ha vuelto a demostrar que la popularidad del universo Pokémon no tiene límites, superando las fronteras del propio planeta.
El envío de una carta de Pokémon al espacio ha captado la atención de la comunidad coleccionista y de los aficionados al juego de cartas, sirviendo como un recordatorio de cómo la pasión por el coleccionismo puede combinar innovación, ciencia y filantropía. Este curioso experimento no solo reforzó la reputación de las marcas implicadas, sino que también marcó un precedente insólito en la historia del coleccionismo moderno.
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