Podemos

El «cuñadismo» de la nueva política

Ada Colau y Adriá Alemany
Ada Colau y Adriá Alemanylarazon

El aroma a nepotismo y enchufismo ha impregnado en unos días los ayuntamientos de Madrid y la Ciudad Condal, en los que Ahora Madrid y Barcelona en Comú (BComú) no se han parado en prendas a la hora de sacarse de la manga las contrataciones de parientes.

En apenas dos semanas, los dos consistorios que abanderan el triunfo de las listas municipalistas de «unidad popular», Barcelona y Madrid, han demostrado que se puede asumir las viejas formas de la política más denostada cuando conviene por propio interés.

El aroma a nepotismo y enchufismo ha impregnado en unos días los ayuntamientos de Madrid y la Ciudad Condal, en los que Ahora Madrid y Barcelona en Comú (BComú) no se han parado en prendas a la hora de sacarse de la manga las contrataciones de parientes para puestos relacionados con su gestión municipal.

En Madrid, la alcaldesa, Manuela Carmena, abrió la veda con el nombramiento como jefe de gabinete de su sobrino político, Luis Cueto Álvarez de Sotomayor, tal y como señaló LA RAZÓN. Un «todoterreno de la Administración General del Estado española» casado con la sobrina de la ex jueza, Ana Noguerol, y que ha desempeñado altos puestos en organigramas ministeriales. La justificación de Ahora Madrid consistió en apuntar que la designación no vulneraba la prohibición de contratar parientes, ya que ésta sólo pesa para personal eventual y no para directivos como en el caso de Cueto.

Al fin y al cabo, ¿qué mejor que colocar a alguien de la familia y de confianza como guardián de la antecámara de la alcaldesa en una corporación en la que la «sopa de letras» de sus componentes, unidos por una lista común, tienen intereses y servidumbres que van más allá del Ayuntamiento?

Sin embargo, el caso de Carmena con Cueto se ha quedado en algo anecdótico al lado de lo sucedido en Barcelona, donde la alcaldesa Ada Colau ha dejado el listón mucho más alto. El «dedazo» del rostro más conocido de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que como primer edil de la Ciudad Condal no dudó en cargar contra las leyes «injustas», ha puesto de relevancia que ciertos modos sólo son negativos si los practican los de enfrente.

Y es que Colau ha aupado a dos nombres en el Ayuntamiento barcelonés y en BComún que no son dos cualquieras. Se trata de su pareja sentimental, Adriá Alemany, y de Vanesa Valiño, pareja de su primer teniente de alcalde. Pero lo relevante no es la relación que mantienen ambos con los números uno y dos del equipo de Gobierno municipal de Barcelona sino que esa ligazón viene de más lejos.

En el caso de Alemany, que esta semana pidió su excedencia como técnico financiero de la Fundación del Barça, se trata de un activista antidesahucios de larga trayectoria que ha sido contratado por BComún como responsable de Relaciones Políticas e Institucionales. Bajo tal cargo, el novio de Colau ha pasado a desempeñar un papel importantísimo dentro del Ayuntamiento, aunque nominalmente figure, y cobre, fuera de él. Porque Alemany está siendo el encargado de negociar estos días con la oposición municipal. Su sueldo lo paga BComún, pero su trabajo lo desempeña para Colau. En el caso de Valiño, la designación como asesora también tiene miga dentro del consistorio barcelonés. No sólo es la pareja del primer teniente de alcalde y concejal de Trabajo, Economía y Planificación, mano derecha de Colau, Gerardo Pisarello, sino que va a desempeñar sus funciones en la Concejalía de Vivienda, que dirige Josep María Montaner. Un área clave para el equipo de la alcaldesa por la cuestión de los desahucios, tan vinculada a la PAH.

Pero la cosa no queda ahí, porque lo que está en cuestión es otro asunto. Valiño ha sido durante los últimos años la directora del Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Desc), una ONG que ha trabajado en estrecho lazo con la PAH. La actual alcaldesa, Colau, tenía su puesto de trabajo en Desc, al que también estaban ligados el tercer teniente de alcalde, Jaume Asens, y su pareja y primer teniente de alcalde, Pisarello.

De esa forma, todo queda en casa. Otra cosa es que quede la duda de si no se están pagando favores vinculados a esa «happy pandi» de Desc. Ambas designaciones, por cierto, han sido justificadas por el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán, adscrito al núcleo fundacional del partido y activista de la asociación Anticapitalistas, evolución del partido trotskista Izquierda Anticapitalista creado para sortear los estatutos contra la doble militancia del partido podemista.

La justificación de Urbán tal vez tenía que ver porque esa práctica también está presente al más alto nivel en Podemos. Al fin y al cabo, algunos podrían ver algo similar en el mando en plaza que mantiene Javier Iglesias, padre de Pablo Iglesias, en Zamora. El progenitor del líder podemista, que accedió al Consejo Ciudadano de Zamora en la lista de Braulio Llamero como responsable de Estrategia y Campañas, es un hombre influyente en la ciudad, hasta el punto de conseguir que su hijo diese uno de los pocos mítines de Podemos en Castilla y León en la ciudad en la que reside. Y eso que en ella el partido morado no presentaba candidatura municipal alguna ni integraba lista de unidad popular.

Una decisión, según parece, que se debió mucho a Iglesias padre, ya que Podemos en Zamora apostó por no resquebrajar el voto de la izquierda y el de protesta apoyando de facto la candidatura de Izquierda Unida (IU), encabezada por Francisco Guarido para desalojar al Partido Popular (PP).