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El EI atenta contra dos iglesias coptas en Egipto y deja más de 45 muertos

Un doble atentado suicida en dos iglesias cristianas de Tanta y Alejandría causa más de 40 muertos y cien heridos. Al Sisi decreta el estado de emergencia durante tres meses.

Personal de seguridad en la iglesia atacada en Tanta.
Personal de seguridad en la iglesia atacada en Tanta.larazon

Un doble atentado suicida en dos iglesias cristianas de Tanta y Alejandría causa más de 40 muertos y cien heridos. Al Sisi decreta el estado de emergencia durante tres meses.

«Que sepan todos los infieles y apóstatas de Egipto y de todas partes que nuestra guerra contra los idólatras continúa». Con esta advertencia el Estado Islámico (EI) sembró ayer de nuevo el terror entre la minoría cristiana al atacar dos iglesias coptas en el norte de Egipto. El Domingo de Ramos se tiñó de sangre en el país del Nilo con más de 40 muertos y más de un centenar de heridos.

Sendos ataques tuvieron lugar durante la misa del primer día de la Semana Santa. La explosión inicial desgarró la iglesia de San Jorge en la ciudad de Tanta, en el Delta del Nilo, durante la misa de las 9:30 horas local. Las primeras pesquisas apuntaban a que el atentado fue causado por un artefacto explosivo plantado, seguramente, dentro del templo y activado por control remoto. Sin embargo, después el EI confirmó que se trató de un atacante suicida que burló el cinturón de seguridad y se hizo estallar en el interior del templo.

La fuerte deflagración sacudió las primeras filas de bancos de la nave de la iglesia cuando los feligreses estaban reunidos celebrando la homilía. El viceministro de Salud elevó a 27 el número de víctimas mortales, muchos de ellos menores, y a 77 los heridos. Fotos de San Jorge que circularon en las redes sociales mostraban escenas de sangre y devastación en el interior del templo. Las escenas de pánico y tensión se sucedieron, hasta el punto de que una multitud enojada fuera de la iglesia atacó a un joven sospechoso de estar involucrado en el ataque, relataron testigos.

Horas más tarde, otro atacante suicida se hacía estallar a la salida de la principal iglesia copta de Alejandría, la catedral de San Marcos, segando la vida de al menos 16 personas, entre ellos tres policías, e hiriendo a otras 41, apuntó el Ministerio de Salud. La misa previa en la catedral de Alejandría fue oficiada por el Papa copto Tawadros II, quien ya había partido al ocurrir la explosión.

En una declaración difundida en internet a través de las cuentas de simpatizantes del grupo extremista, el EI reivindicó el doble atentado: «Un destacamento de seguridad del Daesh llevó a cabo los ataques contra las dos iglesias en las ciudades de Tanta y Alejandría», según la agencia Amaq, perteneciente al grupo yihadista.

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, decretó anoche el establecimiento del estado de emergencia en el país, después de los atentados. En un discurso retransmitido en directo por la televisión estatal, Al Sisi detalló que el estado de emergencia se extenderá por un periodo de tres meses. El anuncio fue hecho después de «tomar las medidas legales y constitucionales» pertinentes en estos casos, explicó el mandatario en una breve alocución. El objetivo del estado de emergencia es «proteger el país y preservar [su seguridad]», aseguró Al Sisi. Dijo que los aparatos de seguridad van a «intensificar sus esfuerzos para castigar a los criminales» que están detrás de los dos atentados.

Condena unánime

En declaraciones a la televisión privada On TV, el primer ministro, Sherif Ismael, condenó lo ocurrido y mostró la determinación del Gobierno de acabar con el terrorismo. «Se trata de un acto terrorista impío, pero erradicaremos el terrorismo de Egipto y tenemos la determinación para acabar con los grupos terroristas», dijo.

La institución Al Azhar, la más prestigiosa del islam suní, condenó el «repugnante crimen» en un comunicado. «El objetivo de este cobarde atentado es desestabilizar la seguridad y la estabilidad de nuestro querido Egipto y la unidad del pueblo egipcio», agregó.

Muestras de apoyo a Egipto por los brutales atentados llevaron también desde varios países árabes vecinos. El rey de Jordania, Abdalá II, expresó su solidaridad al presidente egipcio en su lucha contra el terrorismo, mientras que el primer ministro libanés, Saad Hariri, ofreció sus «sinceras condolencias». Por su parte, Arabia Saudí aseguró que estos «actos terroristas contradicen los principios religiosos y morales» del islam. Emiratos Árabes Unidos describió los sucesos como «un crimen terrorista horrible» y Qatar reiteró su rechazo a la violencia.

Los ataques se producen veinte días antes de la visita del Papa Francisco, que tiene previsto estar en Egipto el 28 y el 29 de abril en su primer viaje a Oriente Medio. Este viaje se ve como una oportunidad para mejorar las relaciones entre cristianos y musulmanes.

Los coptos, una minoría religiosa que no suma más del 10% frente a la mayoritaria población musulmana suní, se siente desprotegida por las autoridades, perseguidos y a menudo objetivo de los atentados islamistas. Desde 2013, al menos 40 ataques han tenido como blanco a esta comunidad. El pasado 11 de diciembre, 28 fieles coptos murieron en un atentado perpetrado por un suicida contra la iglesia de San Pedro, junto a la catedral de El Cairo, en el barrio de Al Abasiya. En febrero, cientos de cristianos huyeron del norte del Sinaí, donde el Ejército egipcio está luchando contra la filial local del Estado islámico, conocida como «Wilayat Sina» («provincia del Sinaí»), tras una campaña de violencia e intimidación. Familias enteras hallaron refugio en iglesias de Ismailia, una de las principales ciudades que jalonan el canal de Suez. Desde entonces han sido recolocadas en varias provincias, pero, a pesar de las proclamas de las autoridades, no han regresado a sus hogares. «Que sepan todos los infieles y apóstatas de Egipto y de todas partes que nuestra guerra contra los idólatras continúa», reza un comunicado difundido entonces por los yihadistas. En 2011, un atentado suicida desgarró a una multitud de fieles frente a una iglesia cristiana copta en la ciudad portuaria de Alejandría, matando al menos a 21 personas en uno de los peores ataques contra esta minoría cristiana.