Un joven fallece por muerte cerebral, después de que un médico del Summa 112 le negase ayuda

El 14 de enero del 2018, Aitor García, un joven de 24 años, murió por la falta de asistencia médica en el municipio madrileño de Navalcarnero. El suceso tuvo lugar un domingo, cuando la madre del fallecido, Carmen Ruíz, llamó hasta cuatro veces a emergencias solicitando ayuda para su hijo, quien se estaba ahogando.

El diario "El Mundo" ha tenido acceso a la llamada telefónica completa de aquel trágico día entre el sanitario y la madre de Aitor. La conversación comienza "Estaba en la cocina y he escuchado al chico desplomarse, ahora se ha quedado más bien frío..." le dice Carmen. "Vale, pásemelo al teléfono, por favor" responde el médico del 112. Ella, muy nerviosa, responde "le digo que se está ahogando...". Sin embargo, ante la insistencia del sanitario, Aitor consigue hacer un esfuerzo y consigue balbucear "Me ahogo... No puedo... Me ahogo". El facultativo afirma entonces, y de manera calmada: "Su hijo no tiene nada... Puede que haya tomado algo... Está tocado". Con esto, el miembro de emergencias da por concluida la llamada y cuelga el teléfono. Poco después, Aitor entra en parada cardiorespiratoria.

Su madre cada vez más preocupada vuelve a llamar a Emergencias, pero no será hasta la cuarta llamada cuando se activa el protocolo para estos casos y se envía la UVI. Sin embargo, ya es demasiado tarde. Aitor ha estado 23 minutos en muerte cerebral y fallece apenas cuatro días después en el hospital, no por el trombo en sus pulmones que causa la asfixia, sino por el tiempo que estuvo sin riego en el cerebro. Así, lo afirman los padres y el abogado de la familia, Carlos Sardinero.

Los padres reclaman a la Comunidad de Madrid 175.000 euros de indemnización, ya que el Summa 112 depende de esta administración. Por su parte, la Comunidad de Madrid ha confirmado al diario que hicieron todo de manera correcta y que en la conversación no se aprecia que el chico se esté ahogando.