No son las fallas, es la facultad de minas celebrando Santa Bárbara

Si ves estos vídeos facilitados a LA RAZÓN por estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energías, puede parecer que se trata, sino de la guerra, cuanto menos de las míticas fallas valencianas. Pero no, es la celebración de la facultad de minas en el día de su patrona Santa Bárbara. Y es que el 4 de diciembre, día en el que se estableció la festividad de Santa Bárbara, es para los alumnos de esta titulación un día de todo menos de estudio. Así, la facultad organiza una agenda con actividades que giran en torno a la patrona de los mineros, electricistas, feriantes y fundidores. Entre las actividades, uno de los momentos más emocionantes es la interpretación en las escaleras de acceso al edificio de ‘Santa Bárbara Bendita’, himno de los mineros por excelencia. Las celebraciones en el centro de la conocida universidad madrileña comenzaron el pasado viernes 29 y entre las acciones programadas para esto días se han organizado partidos de profesores contra alumnos, concurso de tortillas y de postres, torneo de mus y lo más sorprendente: una mascletá.

Y es que los alumnos de minas han adquirido esta tradición, propia de la Comunidad Valenciana, creando en el edificio donde día a día estudian una composición pirotécnica muy ruidosa a la vez que rítmica, una vez al año. Esta actividad la organizan los alumnos de los últimos cursos y está dirigida a los estudiantes de primer año, a los que se les saca de la universidad lanzándoles petardos, dándoles una bienvenida un tanto especial. Esta forma de hacer que los “más pequeños” abandonen la facultad se conoce como La Sacada de Santa Bárbara, y este año se ha vivido con las personas de los últimos grados ataviados con cascos amarillos y trajes morados simulando a mineros.

Así han vivido los alumnos la Sacada de Santa Bárbara de 2019:

Algunas personas pueden pensar que esto resulta violento o desagradable para los alumnos de ingreso a la Universidad. Sin embargo, tal y como cuenta Gonzalo Marti Juste, alumno de 5º curso que ha vivido año tras año esta tradición, el primer año le gustó tanto la experiencia que decidió repetir todos los años. “Yo me imaginaba una cosa sencillita, cuatro petardos, gente gritando y ya está. Se tiran toda la semana diciéndote que tienes que hacer un examen muy importante pero en verdad sabes que te van a tirar petardos y que lo que se va a hacer es La Sacada” cuenta. En su primer año le dieron un examen de electromagnetismo y de repente, "suena una pedazo traca y entran los alumnos de último curso tirando petardos por la clase hasta que empiezan a sacar en pequeñas oleadas a los alumnos de los primeros cursos para hacer el recorrido hasta el patio“, explica Gonzalo.

Jorge Marti Juste tan solo ha vivido el primer año y lo define como: "sin duda, el día más especial de todo el año para los alumnos de minas”. A él le llegó un mensaje al correo de la universidad en el que le convocaban a una hora “rarísima” para un examen de Calculo I. “Cuando llegué, el aula estaba a reventar. Una vez ahí, te tiras unos minutos en silencio y de repente suena el primer petardazo. Todo el mundo se sube a las mesas hasta que se abre una puerta y empezamos a salir todos en manada”. A continuación los alumnos más mayores siguen tirando petardos sin parar por todo el recorrido, tantos “que donde pones un pie hay un petardo, no se puede ni andar”, afirma Jorge.

Probablemente los padres de los alumnos de esta facultad que vean estos vídeos se preocupen por sus hijos, pero “ hace tiempo la fiesta era más fuerte, petardos más gordos, ahora hay más control”. Gonzalo, que ha vivido cinco años de La Sacada, ha sido también de los que han tirado petardos y explica como, “te dan una charla de seguridad, un equipo de protección individual que incluye un casco, un traje para que no te quemes, gafas, tapones para los oídos y una mascarilla“.“Realmente heridos no suele haber, aunque siempre hay personas que se hacen tuercen el tobillo, o alguien que se da un golpe, alguna quemadura al rebotar las chispas, pero cosas de pequeña consideración” añade. De hecho, a pesar de estos pequeños incidentes, las medidas de seguridad se extreman durante la celebración y los alumnos encargados de tirar los petardos invierten la mañana de antes en recubrir con plástico todos los elementos peligrosos como los extintores, papeleras o esquinas, precisamente para evitar que, en el momento en el que está todo lleno de humo y la visibilidad es prácticamente nula, haya golpes y heridos. Además, hay una ambulancia siempre presente en el patio de la facultad donde se realiza para finalizar La Sacada el cántico del himno de Santa Bárbara y la traca final.

Y así es como se ha vivido esta festividad, cuanto menos curiosa, en la que se conmemora a Santa Bárbara. Mucho humo, petardos y fiesta pero también con la seguridad y el control que requiere el uso de estos artefactos.