La segunda mitad del verano de este año viene con importantes novedades. Agosto, un mes marcado de por sí por el puente de la Asunción en España, también ha llegado acompañado de la segunda ola de calor la temporada. Las altas temperaturas obligan prácticamente a abrir la ventana de nuestro dormitorio para descansar en condiciones, pero de tanto en tanto se pueden presentar invitados indeseados: los mosquitos.

Utilizadas hoy en día para prevenir que se cuele cualquier tipo de insecto o animal mientras dormimos, las mosquiteras han demostrado ser una útil herramienta para quedarnos con las esporádicas brisas de aire fresco que entran por la noche. Pero, ¿sabías que este tipo de artefactos se inventaron antes de Cristo?

Su propósito la ha hecho perdurar

Se sabe que hace milenios había dos civilizaciones que ya disponían de un sistema que precedería al de las mosquiteras. En primer lugar, algunos pueblos en Asia Oriental usaban malla de bambú y tela fina para proteger sus hogares, ya que en aquel momento la mínima picadura podía resultar más que grave.

Lejos de Asia, en el antiguo Egipto, también se utilizaban las mosquiteras, aunque de una forma distinta. En lugar de protegerse desplegando telas en sus ventanas o puertas, los egipcios se encargaban de instalarlas alrededor de sus camas. Esta invención podría considerarse un precursor del dosel de cama con cortinas que tantas películas de la realeza ha protagonizado.

Con el paso del tiempo, las mosquiteras han ido evolucionando. La forma más sencilla de apreciarlo es a través de su modo de uso. Enrollarse, plegarse, fijarse con gomas elásticas; ahora se trata de un útil que se adapta a las necesidades de su poseedor.

Finalmente, la tecnología del siglo XXI ha permitido que la mosquitera eleve su eficacia a un nuevo nivel. Gracias a sistemas electrónicos que controlan el movimiento de los insectos (incluidos mosquitos), es más fácil protegerse en los meses de calor mientras se da prioridad a lo más importante: nuestro descanso.