Sociedad

Muchas víctimas

Esta grave enfermedad no solo afecta a los pacientes

Depresión
Muchas víctimasDreamstime

Hace ya unos años convive entre nosotros una enfermedad de la que muchos no son conscientes. Posiblemente mucha gente esté ya contagiada, y no es el COVID-19. Este mal ya estaba antes, pero pese a sus manifiestos síntomas y sus consecuencias no se ha hecho ningún esfuerzo en erradicarla.

Hablo del victimismo. Y éste se aprecia en contextos muy variados: desde una creciente tendencia al lloro y a poner excusas, sentimientos de ineptitud y fracaso, llegando a provocar marginaciones sociales y depresiones.

Esta grave enfermedad no solo afecta a los pacientes sino también a su entorno, al que se le presentan tres opciones: Dejarse contagiar por ella, tratar de curarla o mantenerse a distancia. Pero no son las anteriores las consecuencias más peligrosas del victimismo. Es la pérdida de los sueños. A pesar de que la gente sigue soñando (mucho), ya no se persigue ese sueño.

Desde pequeñitos se nos da todo muy fácil y sin esfuerzo. Pero siempre tenemos presente nuestro sueño y cuando empezamos a caminar hacia él, nos cansamos, nos caemos y dimitimos. Porque, claro, no es nuestra culpa. Es problema de nuestros padres, del colegio... Pero nunca nuestro. Y así, renunciamos.