Roma
El temible juicio de la Bocca della Verità: ¿Te atreverías a mentir?
Esta escultura se encuentra en el corazón de Roma y ha sido motivo de innumerables leyendas
Roma, la Ciudad Eterna, es un lugar impregnado de leyendas y misterios que se entrelazan con su rica historia. Entre las muchas narrativas que dan vida a la urbe, se encuentra una que rodea a la icónica "Boca de la Verdad", una escultura antigua de mármol pavonazzetto que se encuentra en la iglesia de Santa María in Cosmedin.
Esta antigua máscara, que se cree que data del siglo I, ha cautivado la admiración de viajeros que llegan a Roma para contemplarla. Sin embargo, antes de acceder a ella, los visitantes deben abonar una entrada. La Boca de la Verdad presenta un rostro masculino barbado con ojos, nariz y boca perforados y huecos. Aunque no existe una certeza definitiva sobre la identidad que representa esta figura, algunas teorías sugieren que podría ser una representación de Júpiter, Poseidón, un oráculo o incluso un fauno.
En cuanto a la función de esta emblemática escultura, también existen múltiples versiones. Algunos historiadores argumentan que el disco en realidad era la tapa de una alcantarilla utilizada en el cercano Templo de Hércules Víctor.
Sin embargo, la leyenda que ha perdurado en torno a la Boca de la Verdad involucra a una joven romana acusada de adulterio por su esposo. Este último decidió someterla al juicio de la escultura. Con astucia, la mujer montó un ingenioso plan en el que su amante se hizo pasar por un loco que la besó justo antes de que ella metiera la mano en la boca de la escultura. En el momento del juicio, la mujer juró que nunca había besado a nadie que no fuera su esposo, excepto el loco que la había besado momentos antes. Este acto de ingenio le permitió salvar su mano, ya que, al no mentir, la Boca de la Verdad no la castigó. Desde entonces, se dice que la boca jamás volvió a cerrarse, negándose a juzgar a nadie, ni por su culpabilidad ni por su inocencia.
El mito de la Boca de la Verdad alcanzó fama internacional gracias a la película de 1953 "Vacaciones en Roma", en la cual Audrey Hepburn interpreta a una princesa que escapa de sus deberes reales para explorar la ciudad en compañía de un reportero, interpretado por Gregory Peck. En una escena icónica de la película, los protagonistas visitan la Boca de la Verdad, donde Peck simula perder su mano, creando un momento que quedó grabado en la historia del cine.
En tiempos medievales, la Piazza della Bocca della Verità era un lugar crucial para los juicios de delincuentes menores. Según otra leyenda, aquellos acusados de delitos de menor importancia debían probar su inocencia metiendo la mano en la escultura. Si decían la verdad, salían ilesos; sin embargo, si mentían, perdían la mano. Sin embargo, se rumorea que había cierta trampa, ya que al otro lado de la escultura se encontraba un verdugo armado con una espada que decidía si el acusado estaba mintiendo o diciendo la verdad.
Así, la Boca de la Verdad sigue siendo un testigo silencioso de los enigmas y leyendas que envuelven a la ciudad de Roma, donde la historia y la imaginación se entrelazan en un tapiz eterno.
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