Nos ha dejado prematuramente Matthew Perry, pero su legado perdurará. El actor compartió en diversas entrevistas y, principalmente, en su autobiografía, la lucha que libró contra las adicciones, el alcohol y las drogas, una batalla que lo llevó a gastar millones de dólares en rehabilitación y que puso en peligro su vida y la de quienes lo rodeaban.

"Soy tímido, estar en una serie que es vista por 30 millones de espectadores hizo que la gente se enterase de mi problema. Por eso es tan importante la existencia de clínicas que te aíslen de todo el ambiente que no te favorece", contó en una sincera entrevista en The Hollywood Reporter tras la publicación de 'Amigos, amantes y aquello tan terrible'. Precisamente con 'Aquello tan terrible' Matthew Perry definía la temporada en la que luchó contra todo pero sobre todo contra él mismo para salir adelante.

Las causas preliminares del fallecimiento del actor apuntan a un ahogamiento tras un paro cardiaco. Su prematura partida, ha sumido en la tristeza a sus admiradores en todo el mundo. A pesar de una década en 'Friends', que transformó su vida, Perry confesó que no pudo disfrutar plenamente de muchas de esas temporadas debido a su lucha contra la enfermedad, y que apenas recordaba esos años. En su libro, relata cómo llegó a consumir hasta 55 pastillas de Vicodin al día, un potente analgésico derivado del opio. "Entre la tercera y la sexta temporada estuve un poco ido. Fueron años difíciles", reveló sobre cómo le afectó su adicción a sus recuerdos. "No podía parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas. Así que iba empeorando a medida que me hacía mayor", contaba con dolor.

Hubo un momento en que Matthew Perry estuvo dos semanas en coma debido al consumo de drogas, lo que le causó un grave problema en el colon, que llegó a reventarse, dejándolo varios meses hospitalizado. El incidente se hizo público en 2018, cuando ocurrió, y Perry explicó que se trataba de una perforación gastrointestinal. "Quería compartir esto cuando estuviera seguro de no caer de nuevo en el lado oscuro", expresó el actor en sus memorias. Durante su hospitalización, le colocaron una máquina llamada ECMO, que asumió la función de su corazón y sus pulmones, otorgándole solo un 2% de posibilidades de sobrevivir, según su relato.

A lo largo de su carrera, Matthew Perry experimentó diversas recaídas, acompañadas de notables cambios en su salud física. "A los 34 años, ya estaba metido en muchos problemas", confesó, hace tan solo un año.