América Latina

La pandemia no frena la violencia de los cárteles en México

Después de un ligero descenso de violencia en abril, en Guanajuato, donde los cárteles Jalisco y Santa Rosa de Lima se disputan el poder, volvió a ser la región con más homicidios

Homeless and unemployed wearing masks against the spread of the new coronavirus lineup to receive a free meal in Mexico City, Wednesday, May 20, 2020. The volunteers running the soup kitchen say they have had to expand their service from a single day to two days per week as the number of people in need grows. (AP Photo/Fernando Llano)
Homeless and unemployed wearing masks against the spread of the new coronavirus lineup to receive a free meal in Mexico City, Wednesday, May 20, 2020. The volunteers running the soup kitchen say they have had to expand their service from a single day to two days per week as the number of people in need grows. (AP Photo/Fernando Llano)Fernando LlanoAgencia AP

(AP). El número de homicidios registrado en México bajó ligeramente en abril a pesar de las cuarentenas generalizadas y de las medidas de distanciamiento social para combatir el coronavirus, lo que sugiere que la pandemia ha tenido poco efecto en la reducción de la violencia de los cárteles de la droga.

En abril se contabilizaron 3.020 asesinatos en todo el país, desde los 3.078 de marzo. El dato está por debajo del récord de 3.158 registrados en julio de 2018, pero por encima del promedio de 2.900 homicidios de los últimos meses.

Un aspecto positivo es que los saqueos masivos que temían las autoridades durante la pandemia no han llegado a producirse. Luego de registrar media docena de incidentes de este tipo entre finales de marzo y mediados de abril, no se reportó ninguno en mayo.

Con muchas tiendas, fábricas y negocios cerrados y una importante reducción del tránsito y el movimiento de la población, algunos pensaban que los asesinatos podrían disminuir. Pero gran parte de la violencia parece estar ligada a una disputa entre cárteles rivales.

El estado de Guanajuato, donde los cárteles Jalisco y Santa Rosa de Lima se disputan el poder, volvió a ser la región con más homicidios, con más de 1.500 en lo que va de año.

Parece que la alteración en los mercados de la droga y de otras actividades ilegales podrían haber obligado a las bandas a expandirse a otros ámbitos, como el robo de camiones cargados de comida.

ENTRE LA SALUD Y LA ECONOMÍA

Además de cerrar buena parte de la economía en marzo y abril, el Gobierno de México exhortó a la población a quedarse en casa, si bien la cuarentena no está siendo obligatoria para no afectar a millones de pobres que tienen que buscarse la vida. “Nos ponemos en riesgo pero la necesidad es más fuerte. Quisiéramos poder quedarnos en casa pero los gastos no nos lo permiten”, contó a Efe Viridiana al salir de una entrevista de trabajo en una tienda de alimentación.

Además de haber perdido su anterior empleo por la cuarentena, le ha afectado el cierre de los colegios, pues ha tenido que afrontar el pago del internet y de una computadora para que sus hijos puedan hacer las tareas en línea."Esta situación nos está afectando más a los que menos tenemos", explicó.

Pero el temor a los síntomas de la COVID-19 también está muy presente entre los ciudadanos como Elizabeth, una ama de casa que sale a comprar “con terror” y opina que “no está bien que reabran cuando ni siquiera hay vacuna”."Tuve una traqueotomía y sé lo que es que te falte el aire, es espantoso, es un infierno vivo", relató tras enseñar la cicatriz en su cuello.

LOS COMERCIOS FORMALES E INFORMALES, EN APUROS

La pandemia del coronavirus ha quitado a buena parte de los puestos de tacos tan característicos de las calles mexicanas, aunque algunos taqueros como Alejandro siguen saliendo a trabajar en el centro de la capital."Si tuviéramos una entrada directa (de dinero) no vendría, pero no se puede, uno necesita trabajar", explicó este taquero, quien solo abre su puesto cuatro días a la semana porque cada vez le cuesta más adquirir la carne para los tacos.

A raíz de la crisis sanitaria, sus ventas han caído un 80 % y aunque le da miedo el virus, sostiene que “hay que aguantar”.También aguanta como puede un restaurante cercano que solo puede abrir para vender comida para llevar y que ha recortado su plantilla de 15 a tres empleados. “Ya no hay gente, nada que ver. Aquí estaba vivo en la noche y ya nada”, explicó la mesera Ana Rosa, quien espera que el negocio pueda aguantar hasta julio, cuando podría reabrir según los pronósticos.

A la falta de clientes, se les sumó la escasez de cerveza por el cierre de las plantas cerveceras de todo el país durante la contingencia."Totalmente fatal", concluyó sobre la falta de su bebida más vendida.