Economía
Las claves para asegurar la jubilación con total rentabilidad
Cada vez más españoles apuestan por los seguros privados para tener un buen nivel de vida al finalizar la etapa laboral, pero desconocen qué planes de ahorro les conviene más
La seguridad social tiene un déficit de más de 17.000 millones de euros, lo que pone en peligro el futuro de las pensiones públicas. ¿Pensamos suficiente en nuestra jubilación? Además de la deuda que acumula la seguridad social, en los últimos años el debate sobre el futuro de las pensiones está más vivo que nunca, ya que la crisis económica, junto al aumento de la esperanza de vida y la baja natalidad han puesto en duda la sostenibilidad del sistema público de pensiones actual. Por ello, cada vez más personas apuestan por sistemas privados complementarios, como los seguros de ahorro a largo plazo, que les ofrecen rentabilidad y ventajas fiscales para poder tener un buen nivel de vida tras su jubilación.
Entre los productos de ahorro más contratados se encuentran los Planes de Previsión Asegurado (PPA) y los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS). Ambos se pueden encontrar en aseguradoras como Helvetia Seguros, que ofrece estos servicios sin ningún tipo de riesgo. Sin embargo, aún hoy muchos españoles no saben en qué se diferencian y cuál se adapta mejor a sus necesidades.
Hay unos PIAS y unos PPA más rentables que otros, todo dependerá de las condiciones que ofrezca cada producto y el importe que vaya a aportar el cliente. Desde luego, elegir entre uno y otro no parece fácil a simple vista. Aquí va la primera clave: planificar el futuro y hacer cuentas. ¿Qué queremos para nuestra jubilación? ¿Cómo queremos hacerlo?
Si se quiere invertir con tranquilidad y tener una rentabilidad fija hay que dedicar los fondos a los PPA. No habrá sobresaltos. Por el contrario, dedicar los fondos a un PIAS puede ofrecer al cliente mayores beneficios en un plazo de tiempo menor, aunque suele ser más arriesgado ya que, como está sujeto a la situación del mercado, la rentabilidad es variable. Es una opción, por lo general, bastante rentable.
No obstante, hay que tener en cuenta que ambos sirven para ayudar a complementar la pensión de jubilación pública, ya que no sustituyen las cotizaciones ni las prestaciones de la Seguridad Social y que tanto los PPA como los PIAS son seguros de ahorro a largo plazo que ofrecen rentabilidad garantizada y ventajas fiscales para las personas que los contratan.
Principales diferencias
En los PIAS, el tomador (contribuyente), el asegurado y el beneficiario de la póliza debe ser la misma persona. Se puede contratar más de un PIAS por persona siempre que la suma de sus aportaciones no supere el límite establecido (si lo superara dejaría de tener beneficios fiscales y no sería considerado PIAS). En los PPA, el tomador, el asegurado y el beneficiario también debe ser la misma persona, pudiendo éste decidir quiénes van a ser los beneficiarios de la póliza en caso de fallecimiento.
La aportación máxima anual en los PPA es de 8.000 euros. En los PIAS el límite de la aportación anual también es de 8.000 euros, con una aportación máxima total de 240.000 euros.
En los PPA no se puede rescatar el dinero hasta la jubilación, a menos de que se den los siguientes supuestos: fallecimiento, invalidez, dependencia, enfermedad grave, situación de desempleo de larga duración o desahucio del tomador. Aunque con la nueva normativa, para las aportaciones realizadas a partir del 1 de enero de 2015, se permite el rescate a los 10 años. En cambio, en los PIAS se pueden rescatar el dinero a partir del primer año, aunque si se hace antes de los 5 años, se pierde la ventaja fiscal.
Los PPA desgravan en la Declaración de la Renta, ya que las aportaciones realizadas reducen directamente la base imponible del IRPF. Mientras que en los PIAS la ventaja fiscal se obtiene al cobro de la prestación, quedando exentos los rendimientos de las aportaciones siempre y cuando se cobre como una renta vitalicia y hayan transcurrido al menos cinco años desde que se realizó la primera aportación.
No hay una fórmula única. El producto final para planificar una jubilación con total rentabilidad debe ser el que se adapte a las necesidades individuales de cada persona y, después de analizar toda la información expuesta anteriormente, el mejor plan de ahorro será el que permita financiar un nivel de vida igual o superior a partir de la jubilación.
Para contratar uno de estos planes lo más seguro es contar con una aseguradora de confianza como Helvetia Seguros, que permita elegir los mejores planes de ahorros, que se adapten a las necesidades y objetivos de cada persona.