Juanma Moreno acorrala a Díaz por los ERE: «Le perseguirá siempre en su carrera política»

En la primera sesión de control al Gobierno andaluz después de conocerse la sentencia del «caso ERE» la líder del PSOE-A, Susana Díaz, no pudo seguir ocupando el lugar de cierta invisibilidad que había buscado. El fallo judicial que condenó a 19 ex altos cargos de ex ejecutivos autonómicos socialistas, entre ellos a los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, fue puesto al servicio de las trincheras ideológicas que alberga la Cámara.

Primero, los portavoces parlamentarios de Ciudadanos (Cs) y del PP, Sergio Romero y José Antonio Nieto, respectivamente, caldearon el ambiente con alusiones a la causa en sus exposiciones de las preguntas que formularon al presidente de la Junta, Juanma Moreno. El primero acusó al PSOE de haberse «disociado de sí mismo» y de «negar la realidad» para «eludir la responsabilidad» de afrontar dimisiones. El segundo, Nieto, sostuvo que «la sentencia de los ERE es el epitafio de un ciclo político en Andalucía» e instó a los socialistas a «cumplir con su parte» y «ayudar» al actual Gobierno regional a «limpiar la marca Andalucía», tocada tras el varapalo judicial.

Pero fue en el turno de la pregunta de Díaz a Moreno cuando la tensión se incrementó y se arrojaron palabras con mayor potencia. La socialista había registrado un interrogante sobre los servicios públicos, que luego centró en la sanidad para afirmar que existe «una preocupación cada vez mayor» por ésta y que cada día está «en peor situación». «Tiene en llamas la sanidad pública andaluza», le espetó al presidente de la Junta, quien recogió el guante para dejar claro que su Ejecutivo está «firmemente comprometido» con unos «servicios públicos esenciales» que los equipos de Díaz les dejaron «tiritando». Después de un cruce de datos y ejemplos de carencias e inversiones sanitarias, Díaz se refirió «motu proprio» al «caso ERE», para intentar salpicar al rival. «Su partido no tiene autoridad moral para atacar al PSOE, ninguna autoridad moral», le lanzó al popular. Y siguió: «Llevamos 37 años soportando a una derecha en Andalucía que sólo sabe moverse en el fango, gobierne o esté en la oposición. Ha difamado, ha mentido y ha calumniado. Pensé que en el Gobierno cambiaría, pero sigue en la misma tónica», censuró. Instó a Moreno a llamar a su despacho a los letrados de la Junta, para que éstos le expongan por qué se pidió el archivo de la pieza política del «macroproceso»; y a explicar «por qué sigue pagando las prejubilaciones que su, al menos testimonialmente, vicepresidente –Juan Marín–, dice que son lícitas, porque si las está pagando, reconoce que lo son y, si no, está malversando», avisó.

Le demandó que admitiera también que «se han ganado 86 millones en los tribunales por la acción del anterior Gobierno» y que éste puso «controles» para que no se repitiera el «caso ERE». «El perdón a los andaluces siempre, pero no voy a permitir el desahogo de quienes no tienen autoridad moral como han demostrado en España para seguir insultado y difamando al PSOE», remató arrancando una significativa ovación de más de 30 segundos de su bancada. Pero volvió a tocarle el turno a Moreno, quien mostró su sorpresa por que hubiera sido ella quien pisó el charco. Dijo que parecía «no ser consciente de lo que ha pasado». «Está todavía bajo el shock de un sentencia que ha pulverizado y ha hecho una enmienda a la totalidad a 23 años de gobiernos socialistas», ironizó. Y puso el foco en que era «la primera vez» que «todo el Parlamento, a excepción del grupo que la sostiene, le pide la dimisión», que «toda la Cámara, con unas diferencias ideológicas notables, coincide en una cosa: en pedirle que se vaya». Le exigió que no tratara de «engañar», al saberse que «lo que sucedió» fue «una decisión política», no jurídica, y le reprochó su defensa de intereses partidarios por encima de los de todos. «Le perseguirá siempre en su carrera política la actuación que ha tenido a lo largo de estas semanas», sentenció.

Más datos

El Pleno del Parlamento andaluz rechazó ayer pedir que la Junta se dirija al titular de la Basílica sevillana de la Macarena para que, en el plazo de un mes, proceda a la exhumación de los restos de Queipo de Llano, como pidió Adelante Andalucía.