Coronavirus

Profesores universitarios piden “instrucciones” sobre las clases “on line” cuya impartición no se controla

La Junta y universidades acuerdan mantenerlas hasta final de curso, pero los estudiantes aseguran que algunos docentes no las dan y los “ahogan en prácticas” o los mandan a leer libros

Estudiantes creen que las universidades no están preparadas para las clases "on line"
Estudiantes creen que las universidades no están preparadas para las clases "on line"larazon

El coronavirus ha vaciado las aulas universitarias y ha roto relaciones presenciales. Hoy se ha conocido que el Gobierno andaluz y los rectores de las diez universidades públicas autonómicas han pactado mantener la docencia “on line” durante lo que resta del presente curso académico 2019-2020, dadas las circunstancias provocadas por la crisis sociosanitaria que afronta la comunidad y el país en general. Un acuerdo sobre el que desde el alumnado tienen algo que decir: “Hay profesores que no están impartiendo clases virtuales, que se limitan a enviar materiales y nos mandan a leer libros”, trasladan a LA RAZÓN algunos estudiantes. Otros suman: “Hay quienes nos están ahogando a prácticas, mientras no sabemos qué hacen ellos. Nos animan a trabajar por nuestra cuenta”, se quejan. Una suerte de “formaros vosotros solos”.

Desde el Sindicato de Estudiantes de Andalucía han tildado de “chocante” la decisión, al entender que las universidades “no están preparadas para dar esa formación" y el profesorado está en ocasiones "desbordado”. De ese lado de los docentes, explican a este periódico que, “se ha establecido un mecanismo para controlar la asistencia a las clases, hay que firmar en un documento para certificar la presencia, pero no existe algo similar para saber si se éstas se imparten realmente o no”.

Aseveran fuentes del profesorado que “en la mayoría de las facultades se ha recomendado que se utilicen las clases virtuales”, pero no se ha transmitido que “sea obligatorio”. Hay quien lamenta que no se les haya “dado instrucciones” de cómo actuar. “Habrá quien no lo esté haciendo por desidia”, apuntan otras fuentes, pero también quien “no esté familiarizado con las nuevas tecnologías y que no sepa ni que existen herramientas que se pueden utilizar”, que “viven en su burbuja”.

Varios docentes sostienen que han consensuado con sus alumnos cuántas clases dar y el formato para hacerlo. Otros admiten que aún no saben “cómo encarar” una situación que, según se ha confirmado, se prolongará hasta el final del curso. En cualquier caso saben que tendrán “la obligación de evaluar” si bien, , “sólo podrán hacerlo conforme a lo que han impartido”, advierten las fuentes consultadas, por lo que “los estudiantes podrán protestar si les preguntan algo que no les hayan explicado antes”, anticipan. Insisten en que “lo siguiente debería ser un control de que efectivamente las clases son reales”.

De momento, en la reunión celebrada hoy entre la Junta y los rectores se ha reafirmado su voluntad de coordinación y su compromiso de adoptar las mejores soluciones posibles para garantizar el desarrollo académico del curso, según se ha aseverado en comunicados hechos públicos desde ambas bandas.