Coronavirus

La carta del jefe de la Policía Local de Fuengirola: “Tenía auténtico terror a cerrar los ojos por la noche”

Joaquín Rueda supera el coronavirus y se incorpora progresivamente al servicio tras un mes encerrado en su dormitorio. El asesor de Presidencia de Ajdepla recibió el homenaje de los agentes

El asesor de Presidencia de Ajdepla, la Asociación de Jefes y Directivos de la Policía Local de Andalucía, e Intendente de la Policía Local de Fuengirola (Málaga), Joaquín Rueda, es uno de los supervivientes del coronavirus tras pasar un mes en su domicilio encerrado con síntomas de asfixia. A las 20:00 de la tarde sus compañeros fueron a aplaudirle a él y rendirle así homenaje durante la convalecencia. Joaquín Rueda señala que se trata de los más duro de su vida tras “más de 40 años”. “Tuve todos los síntomas menos la afectación pulmonar”, relata. La faringe se le cerró, se le hinchó la lengua, no podía respirar y “tenía auténtico terror a cerrar los ojos por la noche”. Una de sus mayores preocupaciones era no poner en riesgo a su familia, no dejándoles entrar en el dormitorio “ni en los momentos más difíciles”. “Pensaba en las personas que están en las UCI. Los ancianos falleciendo y eso me dio fuerzas para decir: aguanta, tienes mucha suerte", relata. “Estás en tu casa, cerca de tu familia, en tu dormitorio”, recuerda. “Eso me sirvió para tirar para adelante”, dice.

Joaquín Rueda ya es negativo, ha superado la enfermedad y no se lo creía. “Me quedé conmocionado. Me ocurrió algo increíble. No era capaz de salir de mi encierro. No era capaz de salir de mi dormitorio”, cuenta. “Tenía un temor terrible a salir”, señala. “Porque mi hija me escuchó y prácticamente me arrastró y me salio de allí”, indica.

Rueda el tránsito de “sujeto activo” a “pasivo”. De felicitar a la gente con las sirenas y animarlas a recibir el aplauso de sus compañeros. “He comprendido la felicidad cuando alguien viene y te felicita porque estás bien”, añade. Joaquín Rueda se está incorporando paulatinamente a su trabajo como jefe del Cuerpo Local en Fuengirola y envía un consejo: “Esto es muy duro, lo sabemos lo que lo hemos pasado con cierto grado de gravedad, si el mensaje sirve para que la gente no salga a la calle... Hay que tomárselo en serio, vamos a protegernos y así protegeremos a todos”.

Joaquín Rueda escribió una carta de agradecimiento, a la que accedió LA RAZÓN, en la que relata sus vivencias durante la convalecencia de “31 días” atrapado por el Covid-19. “Se decretó el estado de Alarma el día 15 y el 17 comencé con los primeros síntomas”, señaña. “Me hizo prisionero mientras desarrollaba mi trabajo como Policía Local. Yo pensaba que el uniforme era mi EPI, era el primer día del estado de alarma, las informaciones sobre el uso de las mascarillas eran confusas y había que reaccionar rápido, no tomé ninguna medida de protección”, reconoce.

“Nunca creí que podría ser víctima de ese enemigo invisible. Treinta y un días aislado en mi dormitorio, no voy a relatar los síntomas porque los tuve casi todos. Veinte días tardé en ser persona y ahora llevaba once sin síntomas”, cuenta.

“Lo más duro de esta enfermedad es la soledad, el miedo a cerrar los ojos por la noche, la falta de aire que te hace pensar que se te va a ir la vida, saber que nadie te puede auxiliar”, explica. “Jamás habría pensado yo, que mi mente iba a soportar treinta y un días de encierro en solitario… pero cada vez que estaba a punto de desfallecer, que quería saltar de la cama y huir, huir sin saber a dónde… me acordaba de tantas y tantas personas que se debatían entre la vida y la muerte en la UCI de un hospital, tantos ancianos muriendo en soledad e inmediatamente me decía a mi mismo: ”Tú estas bien, muy bien, en tu casa, en tu dormitorio, puedes respirar, eres un privilegiado“ y eso me servía para seguir luchando”, insiste.

“Cuando los síntomas fueron desapareciendo, y en las noticias veía todo lo que cada día ocurría sentía un profundo deseo de poder incorporarme a mi trabajo como policía y ayudar en todo lo que pudiera”, apunta en la carta el jefe Rueda. “Por fin me llamaron para realizarme una segunda PCR, fui como el niño que espera ansioso la mañana de Reyes… era un regalo… una segunda prueba”. Un día después recibió “el regalo de Reyes”: “Es usted negativo”. “Me quedé bloqueado, empecé a llorar y experimenté una sensación extraña… tantos días queriendo salir del encierro en mi dormitorio y en esos momentos no era capaz de cruzar el umbral de la puerta. Llamé a gritos a mi mujer y a mi hija y ellas me ayudaron a tomar la decisión”, cuenta Rueda. “No soy de contar mis experiencias, quizás por mi profesión de policía, pero en esta ocasión sentía la necesidad de relatar brevemente cómo había vivido con este maldito “bicho”, esperando que todos los que no lo habéis pasado o no os habéis enterado, sepáis que esto es muy duro, la peor experiencia de mi vida, por eso es muy importante que os protejáis y cuidaros mucho, por favor” , concluyó el asesor de Presidencia de Ajdepla, la Asociación de Jefes y Directivos de la Policía Local de Andalucía e Intendente Policía Local Fuengirola.