Coronavirus
Granada reinventa unas cruces sin “peros”, aunque la fiesta vaya por dentro
Balcones y ventanas con claveles rojos, mantones, cobres y taraceas en una de las tradiciones en las que el arraigo en la provincia granadina se impone a la pandemia
Granada ha adornado el confinamiento con claveles rojos, mantones, cobres y taraceas para celebrar su Día de la Cruz, una de las tradiciones con más arraigo en esta capital andaluza empeñada desterrar los “peros” y mantener una fiesta que este año va por dentro.
Peroles de cobre, mantones de manila, una cruz hecha con claveles rojos que parecen de papel y otra algo más improvisada, diseñada con bufandas del Granada, decoran una urbanización cualquiera de esta capital andaluza.
Una urbanización en la que a las doce ha sonado La Reja y en la que los vecinos han adelantado el saludo de las ocho de la tarde para quitarle los "peros" al confinamiento y combatir el estado de alarma con bailes, risas y tapitas de aceitunas compartidas de ventana en ventana.
Las terrazas particulares simulan ser las que cada año han montado los bares en una ciudad que se aferra a su fiesta y que adorna las encaladas calles del Albaicín con flores, cruces, guitarras y veladores para recordar que, con o sin estado de alarma, el calendario tiene la cruz marcada.
El Ayuntamiento de Granada ha organizado este año su #DiaDeLaCruzEnCasa, una iniciativa en la que han participado más de 300 familias, asociaciones o hermandades que han enviado sus fotografías de las cruces montadas para engalanar una jornada atípica que no ha podido confinar ni la música ni las ganas de avivar las tradiciones.
El alcalde de Granada, Luis Salvador, ha explicado que este Día de la Cruz se celebra con las banderas a media asta en recuerdo de las víctimas, pero también con la necesidad de premiar con alegría a las familias que permanecen "estoicamente en casa", por lo que el Ayuntamiento ha tenido la "obligación moral" de fomentar que se mantenga la tradición aunque sea "de esta manera especial".
Esa manera especial de celebrar el Día de la Cruz ha sumado a los peroles y la taracea la vecindad cultivada durante días de encierro y tardes de aplausos, la misma que ha permitido a los 22 vecinos de la calle Afán de Rivera fabricar una cruz compartida de acera a acera.
"Tere se ha encargado de hacer la cruz, que cuelga de balcones a los dos lados de la calle, que está adornada con las guirnaldas que han hecho Susana y Asun, y llevamos tres días celebrando las cruces, con nuestra música, la copita de vino y la flor en el pelo", ha explicado a Efe María Valdecasas, una de las residentes de esta coqueta y céntrica vía.
La callejuela antes llena de desconocidos ha tejido lazos, cuenta hasta con un grupo de wasap y comparte aperitivos de medianía a medianía y de balcón a balcón para celebrar uno de los días grandes de Granada.
La petición municipal de montar cruces ha tenido una masiva respuesta por la que Salvador ha anunciado que, cuando se conquiste esa nueva normalidad, se mantendrá la categoría de ventanas y balcones para el concurso, esa que recordará que un año el Día de la Cruz se celebró en un estado de alarma.
Entre las cruces participantes lucen algunas hechas íntegramente con materiales reciclados, otras que se asoman al exterior y las que se hacen fuertes en salones o pasillos, las que han hecho niños, mayores, hermandades, agrupaciones o la fabricada durante el confinamiento por la Comunidad Terapéutica de Salud Mental del Hospital Virgen de las Nieves.
Al concurso han llegado cruces desde Logroño o Tenerife, desde Suecia o Birmingham (Inglaterra), y todas con su manzano atravesado por unas tijeras para recordar que no hay pero que valga ante una tradición que, este año, lleva la fiesta por dentro.
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