Las crónicas del salitre
Tiesos millonarios
«Me gusta tu tierra porque tiene la misma luz y se parece mucho a California, aunque vosotros tenéis más guasa y se come mejor»
Pepillo California no es su verdadero nombre, es el apodo que me inventé para que mi amigo se sintiera más a gusto entre nosotros. Conocí realmente a Joe, que así le llaman los suyos, hace ya unos cuantos años en Marbella. Venía de Los Ángeles, su ciudad, de la que adora muchas cosas, la libertad del Oeste con playa (aunque el agua este fría incluso en agosto), el ambiente rockero del «Strip», la locura pintoresca de un paseo por Venice Beach en Santa Mónica, sus muchos recuerdos, mandar momentáneamente todo al carajo y subirse a su viejo Pontiac descapotable, para recorrer la carretera de la costa al norte de Malibú.
Lo que no soporta de su L. A. son los incendios, la sequía y un estúpido exceso de postureo. De la mano de unos amigos con mucha, mucha pasta conoció Andalucía y se sintió como en casa. Dada su edad y un punto puñetero, cuando está aquí, Joe (Pepillo California), me dice que sigue adorando California, pero que allí no tiene «salmorejo» y eso es un error capital (el jodío tiene pellizco).
La pandemia le ha pillado precisamente en la costa oeste norteamericana y eso le jode porque también siente una descomunal morriña andaluza. «Me gusta tu tierra –dice– porque tiene la misma luz y se parece mucho a California, aunque vosotros tenéis más guasa y se come mejor»… Pero tú estás cerca de las estrellas de Hollywood, le puntualizo, a lo que me responde con un toque chicano: «Para ti todas menos Scarlett Johansson, pendejo». De vez en cuando nos hacemos un Skype, en el que siempre aprovecho para que me regale algunos consejos a modo de sentencia.
Con su inglés trufado de modismos, deje andaluz y golpes malagueños me comenta sobre la actualidad angelina y me pregunta por las últimas noticias que ha leído sobre nosotros. Así el otro día se refirió a los «pobres exiliados fiscales» que cambian España por Andorra: «Todos esos ‘youtubers’ e ‘influencers’ son unos tiesos por mucho dinero que ganen». Joe se calienta: «Meterse en la aburrida Andorra un montón de días al año porque no les queda otra para ahorrarse dinero del fisco es no tener ni idea y ser un tieso. Quien tiene pasta y sabe vivir de verdad se va a Marbella para estar como dios, igual que han hecho muchos de mis amigos, que alguno ya has conocido y son ricos de verdad, Salas».
Joe vuelve a dar en el clavo y termina recordándome el ejemplo de la anécdota que un día le conté sobre un cantaor flamenco que conocí en el tablao que regentaba el gran dios Chiquito de la Calzá. Este artista sostenía que todo aquel que tuviese más de veinte mil duros sin gastar en su cuenta del banco (eran otros tiempos), debería estar «ahorcao». Remata: «Por ser un carajote que no se ha enterado de lo que va la vida».
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