Política

Díaz cede el testigo a Espadas y elude desvelar si acepta ir al Senado

El candidato socialista a la Junta insta a la militancia a «explicar mejor» las decisiones que está tomando el Gobierno

Susana Díaz y Juan Espadas se funden en un abrazo durante el comité director del PSOE-A celebrado en Sevilla
Susana Díaz y Juan Espadas se funden en un abrazo durante el comité director del PSOE-A celebrado en SevillaJulio MuñozEFE

Desde marzo de 2019 no se reunía el comité director del PSOE-A, por lo que cónclave tenía tintes extraordinarios. Ha pasado lo peor de la pandemia y el partido tiene nuevo líder, pero otros hitos políticos marcaron este encuentro que supuso la apertura del plazo de presentación de precandidaturas de cara al congreso regional. La mesa del comité la presidió el regidor de Granada, Francisco Cuenca, que vuelve a ocupar la alcaldía tras la convulsa crisis política e institucional vivida en la ciudad. Además, en el ambiente sobrevolaba la encuesta del Centra que pronostica una victoria holgada del PP en Andalucía. El comité director del PSOE-A aprobó por unanimidad activar el proceso de primarias para elegir como nuevo secretario general a Juan Espadas el 23 de julio, si no se presenta otro aspirante, y ha convocado para los próximos 6 y 7 de noviembre el congreso regional, tras el federal de octubre.

La reunión sirvió para que la secretaria general, Susana Díaz, cediera el testigo al candidato socialista a la Junta, Juan Espadas, y, de paso, despedirse de la militancia. Y lo hizo sin desvelar si acepta el ofrecimiento del nuevo líder de ir al Senado, aunque sí aseguró que «estaré en los próximos años donde digan mis compañeros». Una emocionada Díaz fue agradeciendo a distintos órganos del partido su respaldo durante los ocho años que ha estado al frente de la formación, sin olvidarse de su familia ni de su pareja «el Moriche». Hizo un llamamiento a la unidad, pero no entendida como «uniformidad». «Todos somos necesarios si queremos volver a gobernar en Andalucía», señaló, además de asegurar que ahora, con un nuevo líder tras el proceso de primarias del 13 de junio, «no es momento de banderas ni de ‘ismos’».

«Me enseñaron a respetar la pluralidad. Cuando acaba un proceso orgánico, todos salimos con una única voz», remarcó. En primer lugar, agradeció la labor de su ejecutiva durante cuatro años «muy intensos en los que han habido momentos difíciles». También tuvo palabras de agradecimiento para las ocho direcciones provinciales y para el denominado «grupo de los 33», los diputados andaluces que han presentado 26.000 iniciativas en la Cámara autonómica, tal y como recordó. También se acordó de los diputados y senadores andaluces y de los concejales y alcaldes socialistas. «Nunca olvido mi etapa de concejal. La política es debate, pero también intentar cambiar la vida de la gente».

Díaz aseguró que «no voy a tener tiempo de devolver al partido lo que me ha dado» y señaló que tiene el «superpoder» que le dan los militantes y dirigentes socialistas a través de mensajes de Whatsapp cada mañana. «Vivo y siento el PSOE. El destino ya nos dirá», enfatizó, no sin antes lanzar un aviso a navegantes: «Sigo siendo peleona; voy a seguir denunciando lo que no me parece justo». Concluyó su discurso asegurando que no se arrepiente de lo que ha hecho, aunque «sí he reconocido errores».

Por su parte, Espadas avisó de que «ya no caben más procesos de transición» en el PSOE-A y que ahora «todos nos ponemos a disposición del nuevo proyecto político» que él encabeza, tras el respaldo recibido por parte de la militancia en las primarias.

En este sentido, trasladó que todos los socialistas con alguna «responsabilidad de dirección» en el partido o en ámbitos de la administración deben trabajar «codo con codo pensando en que desde mañana tenemos que estar trasladando a la ciudadanía cuáles son las propuestas para ganar el Gobierno de Andalucía». Junto a ello, hizo un llamamiento a explicar «mejor las decisiones que está tomando el Gobierno», en clara referencia a algunas medidas difíciles como los indultos a los líderes del procés. También criticó que el Gobierno andaluz «no tiene modelo ni proyecto» e instó a poner encima de la mesa las «vergüenzas del adversario».