El año de la capitalidad

El año 2021 se anunciaba como histórico para el deporte andaluz desde mediados de 2020, ya que la designación de Andalucía como Región Europea del Deporte garantizaba la celebración en nuestra comunidad de multitud de eventos de primer orden. Desde hace bastante tiempo, la actividad física se compone de dos vertientes, la competitiva y la organizativa, y en esta segunda faceta se ha producido una auténtica revolución en el año que termina. El colofón a doce meses de frenética actividad –con el consiguiente beneficio para la economía– han sido la captación de nuevos acontecimientos planetarios para el futuro inmediato: sin ánimo de ser exhaustivos, destaca la Solheim Cup de golf que se disputará en Casares en 2023 y las dos Series Mundiales de rugby 7 que acogerán Málaga y Sevilla a finales del próximo enero.

La capitalidad europea del deporte de Andalucía ha traído durante 2020 competiciones tales como la Vuelta Ciclista a España, que discurrió a través de 800 kilómetros –un tercio de su recorrido total– y cinco etapas por las carreteras andaluz; la Eurocopa, las finales de las copas del Rey y de la Reina y varios partidos de las selecciones nacionales hicieron las delicias de los aficionados al fútbol; la Titan Desert y la Andalucía Bike Race albergaron a los más aventureros; sin olvidar las habituales citas con el motor en Jerez de la Frontera, el cross en la ciudad romana de Itálica, el golf en Valderrama o el polo en Sotogrande, por mencionar sólo algunas de las citas más exclusivas.

La guinda de este suntuoso banquete deportivo es el Mundial de bádminton que se celebra en Huelva en la semana previa a la Navidad, en el pabellón que lleva el nombre de Carolina Marín, la más laureada deportista onubense de la historia. Fue concebido como el homenaje de la ciudad a su ídolo, el campeonato en el que rematar su entronización como la mejor de todos los tiempos tras la consecución en Tokio de su segundo oro olímpico. El sueño de Carolina se rompió a finales de mayo, sin embargo, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior y los dos meniscos de la rodilla izquierda, la misma articulación que la postró durante todo 2018... pero de la otra pierna.

Sin la mejor baza andaluza, los pospuestos Juegos Olímpicos de Tokio tuvieron lugar a puerta cerrada en 2021 y en ellos se distinguieron multitud de deportistas de nuestra tierra, con medallas cantadas como la plata del karateka de Torremolinos Damián Quintero e inesperadas del todo como el bronce del bastetano David Valero en bicicleta todoterreno. Con una aportación de récord a la delegación española (39 deportistas: 22 mujeres y 17 hombres), los otros medallistas en disciplinas colectivas fueron la tiradora Fátima Gálvez, oro, y la plata de los futbolistas Dani Ceballos, Juan Miranda y Bryan Gil. En los Juegos Paralímpicos, Andalucía sumó cuatro meta- les a la cosecha nacional: el oro del cordobés Alfonso Cabello en ciclismo en pista; el bronce que el propio Cabello y el almeriense Pablo Jaramillo sumaron por parejas; y otras dos terceras plazas de Luis Miguel García Marquina en contrarreloj y de Álvaro Valera en tenis de mesa.

Los deportistas andaluces también lograron siete diplomas olímpicos, que se conceden a los participantes clasificados entre la cuarta y la octava plaza. Sus responsables fueron la granadina María Pérez (atletismo), el sevillano Miguel de Toro (waterpolo), los sevillanos Jaime Canalejo y Javier García (remo), la sevillana Alisa Ozhogina (natación artística), las jiennenses Ángeles Ruiz y Carmen Cano (hockey), el gaditano José Antonio García y el sevillano Severo Jurado (hípica), y los sevillanos Cayetano García y Pablo Martínez (piragüismo). Un balance más que honorable, ya que casi la mitad de los participantes de la comunidad (17 sobre 39) se clasificaron entre los ocho primeros.

El 2021 que termina también ha vivido la eclosión definitiva del tenista marbellí Alejandro Davidovich Fokina, el campeón júnior de Wimbledon en 2017 que ha alcanzado su madurez con 22 años para meterse por primera vez en unos cuartos de final del Grand Slam, ronda a la que llegó en Roland Garros. Fue distinguido por ello en la reciente gala del deporte andaluz que presidió el consejero Javier Imbroda, que también premió al palista accitano José Manuel Ruíz Reyes, que en Tokio participó en sus séptimos Juegos Paralímpicos. Los baloncestistas Carlos Cabezas, Felipe Reyes, Germán Gabriel y Berni Rodríguez, todos ellos recientemente retirados y miembros de la generación más laureada del basket nacional, la de Pau Gasol, también fueron homenajeados en la gala celebrada en el flamante en el Palacio de los Deportes Olivo Arena de Jaén, una de las instalaciones con la que se enriquecen las infraestructuras deportivas de la comunidad.

La promesa más destacada, mirando ya a un futuro más inmediato, es el triatleta sevillano Igor Bellido, un chico de 19 años que viene avisando desde categorías inferiores y que se proclamó, a finales de noviembre, campeón del mundo júnior. Su nombre se convertirá en familiar en la próxima Olimpiada, la que culminará en 2024 con los Juegos de París, aunque a la vuelta de la esquina queda ya la cita invernal de Pekín 2022, donde el snowboarder malagueño Regino Hernández tratará de reeditar el histórico bronce ganado en Pyeongchang 2018 en la que será su última competición oficial. En la capital china, disputará sus primeros Juegos de Invierno el joven rider granadino Josito Aragón, una de las grandes promesas del slope style, la disciplina acrobática del snowboard olímpico.