Tribunales

Una mujer que intentó matar a un anciano porque rechazó tener sexo con ella se libra de nueve años de cárcel

La Fiscalía retira la acusación por intento de homicidio y la encausada acepta los delitos de lesiones y robo. “No me acuerdo de nada, mezclé trankimazin con alcohol y drogas porque quería quitarme la vida”, afirma

La Audiencia Provincial de Sevilla
La Audiencia Provincial de SevillaLa Razón

Una mujer de 37 años que estaba acusada de intentar matar a un anciano de 85 porque rechazó su oferta para tener relaciones sexuales se ha librado de nueve de los quince años de cárcel que para ella pedía la Fiscalía. Ante el tribunal que la ha juzgado este miércoles, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, Tamara B.R. ha aceptado los hechos. “Si lo dicen ustedes, será que es verdad”, ha alegado ante el tribunal, la fiscal y su propio abogado, que la ha conminado a confesar lo ocurrido para así beneficiarse del acuerdo de conformidad que acababa de pactar con la acusación.

“No me acuerdo de lo que pasó. Me tomé un bote de trankimazin para quitarme la vida, lo mezclé con alcohol y droga y llevaba cinco días sin dormir. Perdí el norte”, ha explicado la acusada. “Pido mil disculpas, estoy muy arrepentida, pero estaba amargada. Por favor tengan en cuenta que estaba bajo los efectos del alcohol, las drogas y las pastillas”, ha insistido.

Tras escuchar esa declaración, la fiscal ha modificado sus conclusiones y ha considerado que “no hubo intención de causar la muerte” a la víctima, entre otras razones por la “inidoneidad” del arma empleada por la mujer, unas tijeras romas que intentó clavar a la víctima en el pecho y el cuello. Por tanto, ha retirado la acusación por tentativa de homicidio y sólo ha mantenido los delitos de lesiones agravadas y robo con violencia. Por cada uno de ellos reclama tres años de cárcel.

Antes de que el tribunal declarase el juicio visto para sentencia, Tamara B.R. ha realizado su última petición: “Que me echen lo menos posible. No quería hacer daño a esa persona”. Y cuando ya abandonaba la sala, ha preguntado a uno de los policías que la custodiaban: “¿Cuánto me ha caído?”.

Los hechos sucedieron el 18 de febrero de 2020 en una calle próxima al Polígono Norte, en Sevilla capital. La víctima estaba en la puerta de su casa cuando Tamara B.R. se acercó y le ofreció servicios sexuales. El hombre se negó, ella le pidió 10 euros y el anciano se dio la vuelta para entrar en su domicilio. Fue en ese momento cuando la acusada, “molesta por no haber logrado sus propósitos”, cogió al anciano por detrás y “con una tijera pequeña de punta roma le lanzó un violento golpe dirigido a al pecho y cuello”. La víctima esquivó el golpe interponiendo el brazo, pero la mujer insistió en el ataque y le dio “un violento empujón” que le hizo caer al suelo.

En ese momento, la mujer aprovechó que era más voluminosa que él para colocarse encima y exigirle que le diese la cartera mientras le seguía asestando golpes con la tijera “por la parte inferior del tronco” y al mismo tiempo “intentaba meter sus manos” en los bolsillos del pantalón para quitarle lo que llevara. El episodio concluyó cuando intervino un vecino y la mujer salió corriendo.