Descuentos
Nuevos competidores para las rebajas: la compraventa de segunda mano y el alquiler de prendas
Tras la crisis de 2008 y la pandemia del coronavirus, el sector textil se transforma en Andalucía en pro de la sostenibilidad medioambiental
Madrid ha sido la primera comunidad autónoma en colgar el cartel de las rebajas, pero desde ayer, otras regiones como Andalucía se suman a la temporada de descuentos. Sin embargo, aunque todo apunta a que haya un incremento del gasto medio por habitante debido a que algunas familias han podido ahorrar durante la pandemia, lo cierto es que la compra de ropa deja de ser una prioridad y aparecen nuevos competidores para las rebajas: la compraventa de ropa segunda mano y el alquiler de prendas.
El negocio comenzó a fraguarse en la famosa crisis del sector financiero de 2008, pero la pandemia ha sido un auténtico revulsivo. Al tener muchos establecimientos cerrados y la imposibilidad de salir a comprar, la compraventa de segunda mano empezó a ser un suculento y atractivo negocio para particulares y plataformas online como Vinted, Micolet o Chicfy.
Así, la comunidad se suma a la tendencia de reutilización y a darle más vida a los productos como ya lo hacen países de Estados Unidos o de la Unión Europea en el marco de la Economía Circular y en cumplimiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Tal y como explica el secretario general de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCAUCE), Juan Moreno, “mucha gente sabe que en los armarios hay ropa que no usamos por diferentes criterios y que pueden seguir prestando la misma función, por lo que desde esta perspectiva de poner en valor aquello que esta en nuestra mano, se ha hecho negocio”.
Moreno detalla cómo muchos sectores se están transformando como es el caso del mercado de las bicicletas, en donde el negocio ya no es vender mucho sino ponerlas en uso; de los patinetes y coches, en donde se prima el alquiler; o incluso la música, un sector que ha cambiado gracias a la digitalización y que ahora es mucho más sostenible con el Medio Ambiente. En este sentido, asegura que va haber una gran transformación en el sector de la moda, ya que “tendremos armarios más ligeros porque vamos a alquilar o poner la ropa en otro circuito de venta”.
“Son perspectivas de futuro y todo apunta a que las nuevas dinámicas que se están poniendo en marcha sobre Economía Circular van a permitir paulatinamente un sustancial descenso de consumo”, insiste el secretario general, quien asegura que con las nuevas tendencias como el alquiler de ropa, otro competidor importante, “se pone en tela de juicio el ser propietarios”.
Tal y como explican desde UCAUCE, este fenómeno de alquilar, vender o intercambiar prendas que ya no nos sirven o no nos ponemos, “se consolida porque es la opción más sostenible, se consiguen clientes que antes eran reticentes, cada vez se incorporan más jóvenes -un dato que apunta al futuro y que nos avisa de que no es una moda pasajera- y se aumentan los ingresos significativamente”. Además, entra dentro del planteamiento de la Unión Europea de alargar la vida de los productos.
Juan Moreno recuerda que “no debemos olvidar que el mercado de ropa de segunda mano es un auténtico negocio, ya que lejos de convertir estas prendas en residuos, acaban siendo una prenda totalmente codiciada en otros países de subdesarrollo y, en muchos casos, aquello que altruistamente se dona porque va a beneficiar gratis al que más lo necesita, se acaba convirtiendo en negocio que algunos están explotando”.
Sea como fuere, lo cierto es que esto afecta al conjunto del mercado, porque alarga la vida útil de la ropa más y minimiza aquello que vayamos a comprar de nuevo, lo que afecta de forma directa a la rebajas que, en muchas ocasiones, están relacionadas con el exceso de producción. Así, existen diferentes iniciativas de grandes ONG como Cáritas, Humana, concesiones religiosas, hermandades que proliferan cada vez más junto a las tiendas outlet.
Más de 40.000 millones de kilos de ropa al año
En España, quien más ropa gestiona es Moda re-, el mayor operador de ropa de segunda mano, a iniciativa de Cáritas, que calcula que recoge más de 40.000 millones de kilos de ropa al año. Así, además de ser un elemento de concienciación ambiental y contribuir a la sostenibilidad, es clave para la inserción laboral.
De forma anual, se publica un informe sobre el gasto medio en Andalucía que, en las pasadas rebajas de enero, fue de 107 euros, un incremento de 20 euros con respecto a la pandemia, que se situó en 87 euros de media. Por provincias, Granada fue la que más gastó con 113 euros de media, seguida de Almería con 110 y Sevilla en tercer lugar con 109 euros. Como dato a destacar, el textil, calzado y complementos supera el 77 por ciento de lo que gastamos.
No obstante, desde la flexibilización del mercado en 2012, cualquier establecimiento puede poner descuentos a lo largo del año y grandes marcas acostumbran cada vez más a rebajar sus precios para hacer frente al stock que tienen almacenado, “lo que provoca que los descuentos se hayan desdibujado y que cada vez haya más irregularidades”.
Según el informe de la organización de consumidores en Andalucía, para estas rebajas de verano el gasto medio se situará en los 62,24 euros, lo que representa un incremento de en torno al 3 por ciento con respecto al mismo periodo en 2021; si bien son 45 euros menos que en los descuentos de invierno. Por provincias, Almería gastará unos 69,12 euros de media; mientras que en el lado opuesto y, a diferencia del pasado enero, Granada será la que menos consuma con una media de 56,45 euros.
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