Despedida

Marta Bosquet: «Me voy satisfecha de la transparencia del Parlamento»

Lamenta los malos resultados electorales de Ciudadanos: «Trabajan dos y sólo se premia a uno»

Marta Bosquet, en su despedida en el Parlamento andaluz
Marta Bosquet, en su despedida en el Parlamento andaluzALFREDO DE ANCALa Razón

«Estoy bien, una tiene que ser consciente de que lo mismo que se entra se sale. De los aciertos doy las gracias y de los errores pido disculpas». La primera almeriense en presidir el Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet, se despedía de su cargo la semana pasada con su último acto oficial, en el homenaje a Blas Infante. Secas ya las lágrimas de la emoción que le traicionaron en los jardines del Parlamento, agradece ahora esa «oportunidad de despedirme de la gente que me ha acompañado en esta etapa de la que estoy muy orgullosa».

Tras los malos resultados electorales para Ciudadanos y la dimisión de todos sus cargos en la ejecutiva andaluza, la abogada de profesión hace balance y se sincera sobre un futuro que parece «más lejos que cerca de la política». «Estoy satisfecha, porque mi objetivo prioritario era dar a conocer más la vida pública, abrirnos a la sociedad. Cuando llegamos la Junta estaba en el último puesto del ranking de transparencia y ahora somos los quintos». Aunque lamenta que la pandemia robó dos años en los que hubiera querido «desarrollar aún más la participación en el Parlamento, con la sociedad y ámbitos como el universitario», Bosquet se muestra orgullosa de un trabajo en el que «cumplí con el papel que me encomendaron, demostrando responsabilidad e imparcialidad».

Una ecuanimidad que le era reconocida también en su despedida por el presidente autonómico, Juanma Moreno, que valoraba «a ti y a tu equipo, el enorme esfuerzo, dedicación y compromiso demostrado en estos casi cuatro años». Sin embargo, tras el declive electoral para Ciudadanos, reconoce que los resultados «han sido fruto de la buena gestión realizada, pero el problema es que sólo la ha capitalizado uno de los miembros del gobierno».

Aunque hasta el día 14 no se conocerá su relevo, la última presidenta andaluza no esconde cierta decepción porque «trabajan dos y sólo se premia a uno. Es culpa nuestra y hay que asumirlo en primera persona».

Marta Bosquet fue cabeza de lista de Ciudadanos Almería en 2015 y 2018, para presentarse en 2022 como número 2 por Sevilla. Entiende que «todo suma y ha habido muchos factores tras nuestra salida: el mal momento de las siglas a nivel nacional, la llamada al voto útil y que se nos diera por desaparecidos políticamente desde todos los niveles. Ha sido una invisibilidad en el tablero político que ha calado en la ciudadanía». La almeriense dice que «no deja de ser un poco injusto desde la perspectiva del trabajo realizado, pero el pueblo decide y Ciudadanos tiene que asumir su parte de culpa y yo no quiero poner excusas». Si mira al horizonte, Bosquet percibe que «después de los resultados electorales mi futuro está más lejos de la política que cerca, pero no lo sé. He estado 22 años trabajando como abogada y creo que esa labor no se distingue mucho de la función pública, que es ayudar a los ciudadanos y arreglar sus problemas». Pero esta reconocida amante del flamenco no cierra la puerta a un retorno al servicio público, porque «me gusta trabajar por los demás y claro que me gustaría seguir. Pero ahora ya no depende tanto de mí». Sobre si tomará papel protagonista en lo que depare desde ahora el destino de Ciudadanos, o si entrará en una posible caza de talentos del Gobierno popular, prefiere eludir este extremo y «aprovechar el verano para descansar, reflexionar y ver cómo se van dando los acontecimientos. Nunca pensé que acabaría presidiendo el Parlamento y tuve el orgullo de hacerlo. Las cosas pueden cambiar en minutos».

Lo que sí tiene bien claro la primera y puede que última presidenta de un parlamento por Ciudadanos es la satisfacción por haber contribuido a un mayor protagonismo de su tierra natal: «Un compañero de la prensa me dijo que desde que estaba en el Parlamento se hablaba más de Almería, y eso es para mí lo más grande. Creo que sí se ha notado y me encuentro feliz de que hayamos contribuido a que proyectos que teníamos anclados hayan visto la luz». Entre ellos, se refiere a asuntos como la Casa del Mar, la autovía del Almanzora, el Hospital Materno Infantil o inversiones en la Alcazaba e infraestructuras educativas almerienses. Eso sí, reconoce que hay un proyecto que le hizo especial ilusión: el nuevo Conservatorio de Danza de Almería. «Fui alumna del primero que hubo y muy pronto será una realidad, con 5,5 millones de euros y una capacidad para más de cuatrocientos alumnos. Le pinché mucho a mi compañero Javier Imbroda para que acelerara los plazos», dice entre risas, «y pude estar con él en la puesta de la primera piedra». Se espera que abra sus puertas en septiembre de este año y, aunque no se sabe en qué estará Marta Bosquet, «yo, que vivo muy cerca de allí, lo celebraré como uno de los muchos compromisos que hemos cumplido».