Desecación

Sin salinas ni flamencos en el Cabo de Gata este verano

Ecologistas y administraciones urgen a que se restaure el emblemático humedal. Este sábado habrá una cadena humana para llevar agua de mar desde el Torreón de San Miguel

La desecación de las Salinas de Cabo de Gata, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, es patente a simple vista
La desecación de las Salinas de Cabo de Gata, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, es patente a simple vistaCarlos BarbaAgencia EFE

Es un humedal artificial que produce unas 40.000 toneladas anuales de sal, pero también el hábitat de multitud de especies y uno de los atractivos turísticos más importantes del Parque Natural del Cabo de Gata. O al menos lo era. Han pasado ya varios meses desde que se produjo una avería en el canal de entrada de agua de mar a Las Salinas y, hoy, este espacio considerado reserva de la biosfera por la Unesco es un erial completamente seco donde han dejado de vivir centenares de especies de aves. Después de que los ecologistas dieran la voz de alarma y de que vecinos y turistas hayan posteado fotos de los charcones totalmente secos, llegan ahora las prisas para buscar la solución. Y también las primeras denuncias a la Junta de Andalucía y a la empresa Unión Salinera por su inacción en la preservación del humedal.

«No entendemos cómo la administración competente en la vigilancia y custodia no ha actuado ante la situación que está generando la falta de acometida de agua. Independientemente de que se esté estudiando una solución o no, ya viene muy tarde», dicen desde la Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata, que acudirá a la Fiscalía para denunciar el «grave perjuicio medioambiental». La asociación señala que se debe investigar si hay «algún tipo de responsabilidad penal», ya que «las Salinas tienen un valor ecológico reconocido en el ámbito internacional», y aboga por la incoación de expediente y la adopción de medidas cautelares que aceleren la recuperación.

Las Salinas figuran en la lista Ramsar de humedales y tienen el máximo nivel de protección en la normativa ambiental, pero la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible aún está tratando de identificar un desastre que ha expulsado a gran parte de la avifauna acuática del Parque Natural. La delegada Raquel Espín reconoce que «es una situación complicada debido a la obstrucción de unos 400 metros (de los 600) que tiene la galería». Se barajan varias hipótesis como causas de la interrupción del agua marina, pero todas coinciden en la relación con las intensas lluvias caídas en primavera y los arrastres que produjeron. «Se está apremiando a la empresa encargada de la extracción de la sal para que restablezca el suministro», afirma Espín, que asegura que la Junta está «supervisando la situación y prestando ayuda para buscar la mejor solución». La administración baraja diferentes soluciones, como la colocación de una bomba hasta el desbloqueo del túnel con maquinaria pesada o la instalación de una tubería submarina. Urge a la empresa para que no demore una actuación que deja imágenes inéditas en el Cabo de Gata.

Aunque se apela a una respuesta técnica que solvente lo que la administración define como «situación coyuntural y temporal», colectivos como el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) recuerdan que la situación es grave, pues aves tan simbólicas como los flamencos rosas ya han tenido que buscar zonas húmedas lejos del Cabo de Gata. «La explotadora de la sal puede permitirse unos meses de inactividad porque tienen bastantes reservas y su modelo de negocio lo permite», explica Antonio Fernández desde el GEM, «pero las aves migratorias que usan este humedal artificial han buscado emplazamientos alternativos ante la falta de agua». El colectivo ecologista fue el primero en señalar la pérdida, se espera que temporal, de un «paraíso ornitológico» en el que también viven avocetas, garzas, garcillas y garcetas, cigüeñuelas, chorlitejos, correlimos, vuelvepiedras, zarapitos, charranes o aguiluchos laguneros. Sin agua salada y con calor ya no hay esos microorganismos e invertebrados que son su alimento básico.

Desde 2003 existe un convenio entre la Junta y la Unión Salinera para la conservación de este paisaje que también es uno de los mayores atractivos turísticos de la zona. Un ecosistema único en Europa para cuyo rescate se celebran estos días reuniones de emergencia en búsqueda de soluciones. Y mientras estas llegan, PP y PSOE se enzarzan en la inevitable polémica política y la asociación cultural ‘Cabo de Gata me mata’ ha convocado para hoy una cadena humana para llevar agua de mar dese el Torreón de San Miguel hasta el humedal. Así protestan por la «inacción» de la Junta y la empresa.