Opinión: Méritos en infamias

Algarrobico

No solamente supone un atentado medioambiental en el corazón del Cabo de Gata, también un símbolo de la ineficacia de las administraciones

El Ayuntamiento de Carboneras (Almería) celebra un pleno extraordinario en el que se va a desclasificar el paraje de El Algarrobico para declararlo no urbanizable, lo que facilitará que se anule la licencia del hotel construido por Azata del Sol y su posterior derribo.
El Ayuntamiento de Carboneras (Almería) celebra un pleno extraordinario en el que se va a desclasificar el paraje de El Algarrobico para declararlo no urbanizable, lo que facilitará que se anule la licencia del hotel construido por Azata del Sol y su posterior derribo. Carlos BarbaAgencia EFE

El mamotreto encajado sobre la colina supera el lunar de cemento, mal gusto y ambición que se expande en la lejanía de las aguas cristalinas del Cabo de Gata. Mientras la carretera serpentea entre loma, buscando el calor del mar en el abrigo de las calas, a uno se le olvidan los problemas, se le abre la imaginación a lo mejor del ser humano y se siente incluso libre. Incluso en la costa se puede rozar el lado amable del turismo, se piensa, dejando atrás otros litorales atroces donde el dinero colocó su zarpa sin vuelta atrás.

Todo esto, que no son más que menudencias y lugares comunes, ya lo sabemos desde hace muchos años, desde que el Algarrobico dejó de crecer como una planta que se muere y sólo continuó su existencia entre tribunales y medios de comunicación. Jamás entró un turista por sus puertas, no ha generado ni un euro de progreso en Almería, no ha servido para nada provechoso. Solamente para que los partidos políticos se lo tiren a la cabeza cada vez que el viento da la vuelta en Andalucía, para nada más, mientras nuestro género, los espectadores, nos preguntamos para qué demonios sirven tantos y tantos cargos y leyes si no hay nadie capaz de derruir un hotel injustamente construido. Digo injustamente porque ya los tribunales lo han hecho antes por mí, aunque la burocracia y el tiempo se hayan colocado en su contra, que es la nuestra.

Ahora nos desayunamos una moción de censura en Carboneras donde el PSOE, Cs y un concejal no adscrito montan una moción de censura para que el PP no gobierne, después de que el juez le diera 30 días para declarar la licencia de obras ilegal. Otro episodio más de la tragicomedia. El Algarrobico no solamente supone un atentado medioambiental en el corazón del Cabo de Gata, también supone un símbolo de la ineficacia de las administraciones, de la incapacidad de los políticos para superar siglas y consignas, para arreglar los problemas de la gente.