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«La rentabilidad del agricultor no puede depender de la climatología»

Las organizaciones agrarias alertan de los desajustes y la caída de cotizaciones en el final de la campaña agrícola bajo plástico

Durante toda la pasada campaña fueron 7.883 parcelas en Almería las que se blindaron ante posibles problemas en las plantaciones de verduras
Invernaderos en AlmeríaLa RazónLa Razón

«Estamos teniendo un final de campaña muy extraño, con un clima muy irregular que está provocando graves desajustes entre la oferta y la demanda, colocando en una situación dramática a muchos agricultores». Juan Tomás Cano, presidente de la Interprofesional de frutas y verduras, Hortyfruta, se refiere a «aglomeraciones de producción y altibajos» en los cultivos bajo plástico, así como a la pérdida de valor de los productos que se recogen estas fechas. La organización hortofrutícola ha señalado que «las circunstancias meteorológicas excesivamente cambiantes» están provocando que productos como el pepino hayan caído de los 0,30 céntimos el kilo para el agricultor, a apenas 12 céntimos y sin que remonten comportamientos tampoco en otros como el melón y la sandía. Mientras se trabaja en la posible retirada de segundas categorías para poder remontar esos precios, Hortyfruta avisa de la «introducción de mejoras en la extensión de norma para poder actuar» en una regulación de la producción más acorde con las realidades del tiempo meteorológico y la demanda de los mercados. «Incluso el calor, que alienta el consumo, no ha llegado cuando debía y eso está alterando todo de una forma muy radical», ha señalado Cano.

También la organización agraria ASAJA ha lamentado «un nuevo revés del mercado» para los agricultores, «acumulando pérdidas» en cultivos de temporada. La presidenta de la patronal en Almería, Adoración Blanque, afirma que «el melón se está quedando sin cotización, ya que la comercialización no tiene demanda y los productores tienen que venderlos muy por debajo de su coste, o directamente ni se los compran». Con «lineales de la provincia de Almería en los que el valor al consumidor sí obtiene un diferencial del 650% respecto a lo pagado al agricultor», Blanque muestra su preocupación por que «la rentabilidad de los agricultores no puede depender de la climatología y los vaivenes del mercado». ASAJA ha emplazado a que «las comercializadoras planifiquen mejor sus producciones y ventas» tanto en la campaña de otoño-invierno como en los cultivos de primavera-verano.

Está siendo el contrapunto a un curso donde la baja producción disparó las cotizaciones e incluso se reconocían dificultades para poder cumplir con las demandas de los mercados. Según los últimos datos de exportaciones de frutos de invernadero, «la realidad anual es que globalmente estamos bajando muchísimo en toneladas, aproximadamente un 15%», como indica el secretario general de la delegación de Agricultura almeriense, José Antonio Aliaga. Pese a los picos de subida en la producción de estos meses de mayo y junio, «en los dos últimos años hemos bajado hasta 600 mil toneladas», con productos como el pimiento que «se ha cortado un 14% menos». Paradójicamente, el ahora devaluado pepino o la berenjena, «se han comportado muy bien, exportando menos, pero facturando más». De hecho, «el pepino ha compensado su caída del 5% en la producción con 130 millones de euros más de cotización» y, junto al calabacín y el pimiento, ha destacado entre los productos que han visto beneficiada su rentabilidad. «A pesar de la bajada tan pronunciada de kilos, de 3.000 millones de euros facturados en exportaciones el pasado año, este periodo se han superado los 3.200 millones», ha puntualizado Aliaga, con «precios que fueron tan altos, que las empresas no podían trasladar ese total a los mercados». Desde la delegación han recordado también que «la falta de suministro no es buena, el consumidor europeo ha demandado producto que no podíamos suministrar y de ahí muchas tensiones de los últimos meses, ante el riesgo de no poder cumplir pedidos».

El gerente de ECOHAL Andalucía, una organización formada por asociaciones de empresas de comercialización, ha diferenciado «el invierno de la primavera», porque «a pesar de los incrementos de costes y en términos generales, ha sido una buena campaña en la que se ha visto precios que no veíamos desde hace mucho tiempo». Alfonso Zamora afirma que «la falta de competencia desde países europeos ha dado una campaña parecida a la del año pasado con una media sostenida en pepino, tomate y pimiento», si bien «algunos agricultores pueden considerarlo injusto porque han estado por debajo de unos precios adecuados, mientras otros se han beneficiado de incrementos importantes en otros momentos».

Sin embargo, desde la federación se apuntan nuevos retos que pueden provocar «pérdida de competitividad». Zamora se ha referido al «frenesí legislativo en diciembre de 2022 que ha traído cambios importantes, una mayor burocracia y, por tanto, mayores costes». El nuevo reglamento de registros de contratos de la cadena obliga a «inscribir todos los albaranes diarios, 500 mil albaranes al año», por lo que «empresas grandes podrán hacer volcados automáticos, pero a las pequeñas se les obliga a contratar personal para ello».