Salud

Andalucía suspende en enfermería escolar: hay una por cada 4.000 alumnos

Desde Satse piden consolidar su figura y que se aumenten las plazas para que cada colegio pueda tener su profesional

Actualmente, la comunidad educativa de Andalucía cuenta con 400 enfermeras escolares
Una enfermera reparte jabón a varios niñosEPEP

La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía se ha propuesto consolidar la figura de la enfermera escolar, un servicio que se implantó durante la pandemia de Covid en los centros escolares y que, debido a sus beneficios, se mantendrá. Según explica Salud, «es necesario continuar el trabajo iniciado durante estos dos años, reorientado la labor de las enfermeras referentes hacia la prevención de la enfermedad y vigilancia de la salud, promoción de hábitos y estilos de vida saludables, y la incorporación de la ayuda al cuidado y del autocuidado en los niños con problemas de salud durante el horario escolar».

Actualmente, la comunidad educativa de Andalucía cuenta con 400 enfermeras escolares, si bien la Junta se comprometió en el Pacto por la Atención Primaria a elevar las plazas a 411. En todo caso, continúan siendo exiguas. Teniendo en cuenta que Andalucía tiene alrededor de 1,5 millones de alumnos en sus centros educativos, solo hay una enfermera escolar por cada 4.000 niños.

Según la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar (ACEESE), la media nacional es incluso peor, con 1 enfermera por cada 8.500 alumnos.

La presidenta de esta entidad, Engracia Soler, lamenta que «nuestra ratio de enfermeras escolares está muy lejos de lo que marca la Asociación Norteamericana de Enfermería Escolar (National Association of School Nurses) que a su vez sigue las recomendaciones de la Asociación Internacional de Enfermería Escolar: una enfermera por cada 750 alumnos y una por cada 350 en aquellas escuelas de educación especial».

En este sentido, apunta Soler, mientras en los países anglosajones y escandinavos tienen esta figura incorporada en el sistema, y «está totalmente aceptada», en España «no se las valora ni reconoce socialmente debido a que su trabajo en la salud escolar sigue siendo desconocido».

En Andalucía, la consejera de Salud, Catalina García, reconoce que hay que seguir avanzando «en el número de profesionales y en su formación». Salud quiere consolidar esta figura en los colegios y para ello ha firmado junto con la Consejería de Educación un protocolo para ayudar en la escolarización de los niños con enfermedades graves y en cuidados paliativos, en el que tienen un papel fundamental las enfermeras escolares.

Desde el sindicato mayoritario del colectivo, Satse, piden a la Junta que se comprometa a aumentar el número de plazas, tal y como acordaron en el Pacto por la Atención Primaria. «Su asistencia al alumnado por un problema de salud, cuando se producen accidentes, en caso de estudiantes con enfermedades crónicas complejas o en situación de cuidados paliativos, es incuestionable. La enfermera escolar puede desempeñar un papel clave a la hora de detectar conductas y hábitos no saludables, además de situaciones que también afectan negativamente a la salud física, psicológica y emocional de los escolares, alega el secretario de Satse Málaga, Juan José Sánchez.

A lo que se suma, dice, «la labor que pueden desarrollar ante problemas de salud mental, trastornos de la conducta alimentaria, adicciones (ya sea alcohol, tabaco, drogas…), violencia o discriminación por razón de género, bullying, enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. Pueden ser la voz de alarma ante situaciones que requieren una atención conjunta y coordinada de la comunidad educativa».

Por todo ello, advierte Sánchez, y cada centro escolar en Andalucía debería contar con su propia enfermera».